España apunta alto. La selección de Pesquera está prolongando en Atenas las buenas sensaciones que esparció durante su etapa de preparación. Sin complejos y con un baloncesto serio, Gasol, Navarro, Rudy y cía no están dejando ningún cabo sin atar. Todavía resulta inconsistente pensar en el oro, pero España se ha ganado a pulso la licencia para soñar. Liderada una vez más por un Pau Gasol excepcional -esta vez la aportación del mallorquín Rudy Fernández resultó testimonial-, España superó con nota la prueba ante la subcampeona mundial, Argentina (87-76).
El último cuarto que rubricó la escuadra nacional resultó estupendo. Tras arrastrar algunos problemas en el segundo y tercer periodo, España recuperó el pulso y pasó por encima de Argentina, que en la primera jornada había tumbado a la poderosa Serbia gracias a una canasta sobre la bocina de Ginobili, su gran estrella. España sumó así su segunda victoria consecutiva en los Juegos y lidera, invicta y en solitario, el grupo A tras el triunfo por la mínima de Serbia-Montenegro ante Italia (74-72), próximo rival del equipo de Pesquera, que reiteró sus serias opciones de luchar por lo máximo en Atenas.
Madurez y sufrimiento. España, lejos del brillo de otras ocasiones, demostró madurez competitiva y sufrimiento sobre la cancha. Después de un buen inicio, Argentina tomó las riendas, con un genial Scola, y maniató a los de Pesquera en el segundo y tercer cuarto. Sin embargo, el combinado nacional no le perdió la cara al encuentro, supo jugar con el marcador en contra y en un último periodo lleno de oficio demostró que no sólo vive de las genialidades de Gasol y Navarro. El trabajo de Rodrigo de la Fuente y el acierto de Garbajosa fueron clave para darle la vuelta al electrónico en el último cuarto. Gasol y Calderón habían mantenido a España en el tercero, pero fue la labor de todo el equipo de Pesquera la que desorientó a Argentina, que nunca supo reaccionar cuando España le limpió la ventaja de los dos primeros cuartos.