La llama olímpica se apagó en la noche ateniense y Atenas 2004 entregó el relevo a Pekín 2008, en un viaje que durará cuatro años para volver a soñar con la gloria de las medallas en la capital del país más poblado del mundo. El presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, dio hoy por clausurados los Juegos de Atenas 2004 y convocó al deporte mundial a la cita de Pekín 2008. Eran las 22.25 (hora local) en la capital griega cuando Rogge pasó la página de la historia de los Juegos de Atenas 2004.
Sólo 25 minutos más tarde, la llama olímpica se apagó en el pebetero diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, mediante el suave soplo simbólico de una niña. Atenas 2004 terminó en una ceremonia en la que se descartó la tristeza de un final para destacar la alegría de un inicio, la de los próximos Juegos de Pekín 2008. El estadio olímpico de Atenas apareció decorado con un inmenso campo de trigo formado por más de 45.000 espigas en el que se representaba la unión entre el cielo y la tierra y vivió el desfile de la despedida de los abanderados de los 202 países participantes en los Juegos.
«Declaro los Juegos de la XXVIII Olimpiada clausurados y de acuerdo a la tradición convocó a la juventud del mundo a reunirse dentro de cuatro años en Beijing», afirmó Rogge, presidente del COI desde hace tres años. Antes de estas palabras, Rogge había calificado los Juegos como «inolvidables y de ensueño». Por su parte la presidenta del Comité Organizador de Atenas 2004, Gianna Angelopoulos, dijo que los Juegos han sido «seguros», después de 17 días de actividad durante los que Grecia desplegó el mayor operativo de protección de la historia de esta competición.