Carlos de Torres|LA COVATILLA
El colombiano Félix Cárdenas, del Café Baqué, conquistó en
solitario la cima de La Covatilla en una jornada en la que Santi
Pérez, segundo en la etapa y en la general, avisó a Heras de que es
un candidato serio para ganar la Vuelta y Alejandro Valverde perdió
más de dos minutos y tal vez sus opciones a lo más alto del podio.
Cárdenas, un escalador nato que ya firmó victorias en Sierra Nevada
(2003) y La Molina (2000) y en el Tour (2001 Aix Les Termes), ganó
de forma heroica, concretando una escapada compartida desde el
primer kilómetro y atacando a falta de 7 para meta con la batalla
de los favoritos en plena ebullición. Una especie de milagro que
tuvo lugar un mes después de fracturarse el radio, lo que le supuso
una intervención quirúrgica y la aplicación de 4 clavos. Como si
tal cosa, Cárdenas, de 31 años, alzó los brazos besando la medalla
que le regaló un auxiliar del equipo, y que surtía efecto por
tercera vez. Llegó a la cima que estrenó Santi Blanco en 2002 con
un tiempo de 4:52.08 y además con un premio añadido: se colocó
líder de la montaña, maillot que se llevó a casa el año pasado.
A 29 segundos se presentó la revelación del año, Santi Pérez, y a 1.01 el líder Roberto Heras. Más lejos y víctima de un severo castigo pasaba la línea Valverde, derrotado, a 3.11. El líder del Kelme se alejó, casi definitivamente de la lucha por el número uno. El ascenso de La Covatilla fue el escenario de la confirmación de Santi Pérez como un corredor de presente más que de futuro, también de que Heras no es el corredor que arrasa al estilo Armstrong y Valverde no responde en la alta montaña a la altura de los más grandes. Y todo ello se reflejó en la general, donde se agarró la emoción en vísperas de las etapas de Avila y Madrid. Heras claudicó ante Pérez pero siguió con la prenda dorada, ahora con el asturiano del Phonak pisándole la rueda a 1.13 y Valverde tercero a 2.15, un diseño aproximado a lo que puede ser la foto final en Madrid. Mancebo, cuarto en la etapa a 1.15 tiene idéntico puesto en la general a 2.16, luego cerca del cajón.
La Vuelta salió viva, una vez más, de una de esas jornadas claves que se apuntan en el calendario, una etapa que llevó la fiesta a la casa de un modesto equipo con el Baqué y bien trabajada en todo momento por el Liberty del líder, que supo seleccionar al grupo en el ascenso final y golpear al máximo rival cuando vieron signos de debilidad. Lo que no estaba previsto era el toque de atención de Pérez, el hombre que ganó las etapas granadinas, el de la exhibición en Sierra Nevada. La decimoséptima etapa que unió Plasencia y La Covatilla a través de 160 kilómetros, vio nacer la escapada buena apenas en el kilómetro 2, cuando Cárdenas se marchó junto a Arrieta (Balears), Zaballa (Saunier), Valjavec (Phonak), Gustov (Fassa) y López de Munain (Euskaltel). El pelotón dejó hacer y fue reduciendo diferencias hasta las primeras rampas del puerto salmantino, donde empezaban las diferentes batallas. Mientras Cárdenas se deshacía de todos sus rivales a 7 kilómetros de meta coincidiendo con rampas del 10 por ciento, Heras soltaba el latigazo en el mismo punto. Pérez a su rueda y los demás a salvar el tipo como pudieran. El colombiano de Duitama, siempre sufridor, no perdonó su gran ocasión. Valverde cedía tiempo y más tiempo, y Pérez se marcaba la frivolidad de subirse a las barbas de Heras, y lo descolgó. Ahí presentaba su papeleta oficialmente a la Vuelta 2004. Y no esta lejos. Queda Vuelta y muchas cosas por decidirse todavía.