Carlos de Torres |CHALLANS
El estadounidense Lance Armstrong, con seis títulos en el bolsillo,
afronta motivado y con la condición de favorito la 92 edición del
Tour de Francia que hoy comienza en Fromentine, en la que gane o
pierda, pondrá fin a la era más gloriosa en la historia de la
'grande boucle'.
Armstrong buscará a los 33 años su séptima victoria consecutiva ante toda una legión de opositores que intentarán impedir que el texano se retire el próximo día 24 vestido de amarillo. «Me quieren ver perder, pero eso me motiva», dijo como mensaje a un grupo de candidatos entre los que se encuentran el alemán Jan Ullrich, el kazajo Alexander Vinokurov, el italiano Ivan Basso y los españoles Iban Mayo, Roberto Heras, Francisco Mancebo y Alejandro Valverde.
El gran jefe del Discovery Channel, con un equipo de lujo, ha venido «a disfrutar cada etapa». Después de superar sus dudas invernales, tratará de regalar a los franceses, que cada vez le tratan mejor, una victoria más para añadirla a las seis de un reinado que despegó allá en 1999, poco después de ganarle un pulso a la vida y a la muerte.
Los españoles acuden con algunos nombres en la lista de candidatos. Roberto Heras, tres veces ganador de la Vuelta, afronta una de sus últimas oportunidades, ahora como líder único en el Liberty. Hundido hace un año en el estreno de su nuevo maillot, buscará en la montaña la condición que le hizo destacar en esta carrera como gregario de Armstrong. Tendrá a su lado a Joseba Beloki, que vuelve con una incógnita sobre los hombros. Iban Mayo, con el amargo 2004 ya olvidado, no llega obsesionado con el podio, pero su triunfo en Alpe D'Huez en 2003 y el anterior en la Dauphiné, le elevaron al altar de los grandes.
El Illes Balears presenta en la alta sociedad a su perla Alejandro Valverde, de 25 años, pero el murciano se refugia en su idea de aprender en su estreno y hará labores de apoyo al líder Francisco Mancebo, sexto en 2004 y regular en sus actuaciones en Francia.
El Tour 2005 será emocionante desde el primer al último metro, cualquiera que sea su resultado. Pasará de oficio a la historia por la ampliación de una supremacía absoluta o por el derrocamiento del rey Armstrong. El recorrido consta de 3.500 kilómetros repartidos en 21 etapas. Poca contrarreloj, apenas 74 kms repartidos en dos sesiones y habrá una por equipos, pero con tope de diferencias. No será un Tour montañoso, con sólo tres llegadas en alto y algunas jornadas de media montaña por los Vosgos y el Sistema Central que pueden resultar peligrosas.
El paso por los Alpes marca su primera cita importante en la décima etapa con final en Courchevel y el ascenso anterior al Roselend. Un día después esperan La Madeleine, el Telegraphe y el Galibier. Los Pirineos ofrecen la decimocuarta etapa con final en alto (Les Domaines) y la etapa reina entre Lezat sur Leze y Saint Lary Soulan.