Carlos Vidal
Xico Tarrés, alcalde de Eivissa y principal valedor de su fichaje, asegura que pueden hacer grandes cosas por el fútbol del municipio. Pepe Portolés y Ramón Planes prefieren mantenerse al margen de elogios y seguir con su trabajo sin hacer mucho ruido, mientras que el Eivissa vuelve a la carga para que formen parte la próxima temporada del club. «Hoy mismo (por ayer) nos hemos vuelto a reunir con Pedro Ortega y estamos aún cuadrando todo. Lo que pedimos al club es que sea un proyecto de tres o cuatro años vista y que se profesionalice la estructura de la entidad. En ese sentido, parece que nos estamos acercando y el día 29 se darán a conocer los detalles de ese nuevo proyecto», afirma Pepe Portolés.
Mientras tanto, cada miércoles, «aunque siempre que no haya partido de la Champions y a veces es difícil que ésto no suceda», Portolés y Planes se reúnen con los técnicos de las distintas categorías del municipio. «Más o menos trabajamos con un grupo de entre 15 y 20 entrenadores y, como puede pasar en otros sitios, la respuesta ha sido muy buena en algunos clubes, buena en otra y no tan buena en unos pocos. Nosotros estamos aquí para ayudar a los técnicos del fútbol base, pero sólo a los que quieren y se dejan ayudar», añade.
Ayer en Can Misses, y por segunda ocasión desde que en febrero se hicieron cargo del fútbol base del municipio, tocó entrenamiento con los cadetes. «Siempre hemos tocado los cadetes porque es una categoría complicada y en esas edades es donde se genera mucho abandono del deporte. Hay que conseguir ilusionar a la gente para que vean el fútbol como algo gratificante», señala. En cuanto al nivel en la isla, Portolés reconoce que «aquí en Eivissa los jovenes tienen tanta ilusión y ganas como en cualqueir otro sitio. El problema es que aquí son unos privilegiados y cuentan con muchas instalaciones y equipos, por lo que casi no existe la competencia por pertenecer a un equipo. También se dan otras circunstancias como la de enfrentarse a rivales de la propia isla que hacen que hace que el fútbol se vea como algo más recreativo que competitivo. Pero con ilusión y ganas se puede compensar esos déficits».