Carlos Vidal
La Peña se juega esta tarde el seguir soñando con el ascenso a Segunda B o, por el contrario, despedir la temporada. El conjunto pitiuso recibe esta tarde al Vilanova (19,00 horas) obligado a ganar para pasar a la ronda final, donde aguardará seguramente el Valencia B. El 2-1 del partido de ida no es un mal resultado para el equipo pitiuso, que con un 1-0 lograría la clasifición. Sin embargo, el potencial ofensivo del rival y los nervios lógicos por lo mucho que hay en juego son los principales enemigos del equipo que dirige Paco Marín.
«El 2-1 nos abre la eliminatoria y sabemos que haciendo un gol y si el rival no nos hace ninguno, nos clasificamos. Toda la plantilla tiene mucha confianza en pasar esta primera ronda y este encuentro lo podríamos calificar como el partido de la ilusión, porque los jugadores lo van a dar todo», afirma Marín.
Una vez más, el peligro del Vilanova tiene nombres propios: Triguero, autor el domingo de los dos goles de su equipo, y Sellarés. Entre los dos suman esta campaña la friolera de 44 goles. «En los primeros quince minutos del partido de ida sí que me gustó su juego ofensivo, pero luego empezamos a hacer nuestro juego y ellos bajaron algo. Tenemos que estar muy atentos con ellos, pero nada más», añade el técnico sevillano, que tiene a todos sus jugadores disponibles para el encuentro de esta tarde, por lo que no se prevén cambios con respecto al partido de ida y jugarán los mismo que lo hicieron en Vilanova i la Geltrú.
Mientras tantos, Marín hace un llamamiento a los aficionados pitiusos, no sólo de la Peña, para que apoyen al equipo en el Municipal de Santa Eulària. «Ahora más que nunca necesitamos el apoyo de los aficionados», declara.
También muy ilusionados se encuentran los jugadores del Vilanova, que esperan volver a ganar en Santa Eulària. «Creo que merecimos resolver la eliminatoria en la ida y hubiera sido fenomenal tener un 2-0 de diferencia. Sin embargo, el gol de Rueda a balón parado hace que el Santa Eulalia tenga esperanzas y que no espere un encuentro muy duro», dice Santi Palanca, técnico del Vilanova. La clave para el entrenador del equipo catalán es «conseguir algún gol y poner nervioso al rival. Nuestro juego no es defensivo y no nos vamos a echar atrás, por lo que seguro que tendremos alguna ocasión para marcar».