Luis Villarejo|HANNOVER
España esgrimirá esta noche un estilo valiente y atrevido para retirar del fútbol a Zinedine Zidane en un duelo pasional y frenético contra Francia que llega demasiado pronto, en octavos de final de un Mundial. La media del once que alineará España es de 24,5 años. Todo un dato de osadía, con dos chicos sub'21 indiscutibles: Cesc Fábregas, de 19, y Sergio Ramos, con 20. Y además con Fernando Torres, de 22 y Xabi Alonso y Villa, ambos de 24. El equipo de España que saldrá hoy en Hannover suena bien. Es bonito y práctico. Tiene salida de balón con Xabi Alonso y buena circulación con Cesc Fábregas y con Xavi. Luis quiere fluidez y toque ante una selección como Francia que está de vuelta ya de casi todo. Al contrario que España, que mira al futuro, Francia se resiste a cambiar el rumbo y a regenerarse. Sigue Barthez en la portería. Aunque Coupet, el guardameta del Lyon, ha demostrado ser este año uno de los mejores porteros de Europa, Raymond Doménech, el técnico de Francia, confía en el esqueleto que ganó el Mundial en el 98.
Barthez, Thuram, Vieira, Zidane y Henry. Son fijos dentro de un ambiente extraño que vive Zidane, que a sus 34 años, no conecta con Doménech de la misma forma que se entendía con Aimé Jacquet en 1998. Zidane y Raúl serán el centro de los focos antes del partido. Los dos capitanes juegan un partido del KO muy peculiar. Para Zidane, si Francia pierde, será su despedida del fútbol tras una brillante y exitosa carrera como profesional. Para Raúl, si España gana, puede ser un impulso más para motivar a sus compañeros, que de la mano del seleccionador, Luis Aragonés, ha confeccionado un colectivo repleto de ilusión por acabar con el destino fatalista de acabar un Mundial en los cuartos de final.
España jugará a tener el balón. Y al ataque. No le vale otra estrategia. No es un equipo que sepa vivir de la tacañería. Lo suyo es el talento. Con Cesc Fábregas como principal novedad en zona ancha para hacer correr a Makelele y a Vieira. Ya sabe Cesc lo que es 'pintarle la cara' a Vieira. Lo probó este año con el Arsenal ante la Juventus de Vieira. Cesc Fábregas lo bordó en Highbury aquella noche. Y hoy tampoco le va a temblar el pulso. Arriba, Raúl ayudará a combinar con los 'jugones' y a facilitar el trabajo a Torres y Villa, a quienes les espera un día complicado con Thuram y Gallas. Uno juega en el Juventus, el otro en el Chelsea. Expertos en mil batallas y habituales los dos a bregar en Liga de Campeones, tendrá Francia enfrente a Fernando Torres y a Villa, dos jugadores que aún no conocen la gloria en Europa, pero que han venido al Mundial con 'hambre', a hacerse un nombre en el mercado del fútbol internacional.