J.García-Ochoa|MELBOURNE
El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) logró una fácil victoria en el Gran Premio de Australia por delante de Fernando Alonso y del británico Lewis Hamilton, que formaron el podio más joven en la historia de la Fórmula Uno.
El debut de Raikkonen en Ferrari no podía ser más afortunado y se convertía en el primero en conseguir la victoria, el primer puesto en la formación de salida y la vuelta rápida en carrera, y lógicamente todo esto se traducía en una fácil victoria.
El finlandés tan solo cedía el liderato en seis de las 58 vueltas de que constaba la carrera, cuatro a Hamilton y dos a Alonso, coincidiendo con sus paradas para repostar y cambiar neumáticos y desde el comienzo acumuló una ventaja mas que suficiente como para no sufrir sobresaltos.
Fernando Alonso era consciente de la superioridad de los Ferrari, sabía que su única oportunidad es que rompieran, algo que temían en la escudería italiana tras la rotura del cambio del brasileño Felipe Massa que partió desde el último puesto de la formación de salida, pero nada de esto sucedió.
Lo peor para el doble campeón del mundo fue que, acostumbrado a ofrecer salidas fulgurantes, ayer no lo consiguió y se vio superado al llegar a la primera curva por el alemán Nick Heidfeld (BMW) y por su compañero de equipo Hamilton.
Fue gracias a los paradas en boxes para repostar que Fernando Alonso podía ascender hasta el segundo puesto, en la primera logró superar a Heidfeld y en la segunda a Hamilton, pero nunca estuvo en posición de presionar a Raikkonen.
Tan solo con el accidente entre el británico David Coulthard (Red Bull) y el austríaco Alex Wurz (Williams-Toyota), a diez vueltas del final, tuvo la esperanza de que el coche de seguridad neutralizara la carrera, pero no hubo necesidad de tal cosa y se tuvo que conformar con el segundo puesto tras Raikkonen.
Como muestra del ritmo endiablado que imponía Raikkonen en esta primera carrera del mundial de Fórmula Uno, está el que su vuelta rápida fue un segundo inferior a la de Fernando Alonso, que era el autor de la segunda.
El tercer puesto fue para el debutante Lewis Hamilton que realizó una carrera admirable, sin errores, con la osadía de superar a su jefe de filas en la primera curva y que le llevó al podio después de levantar el pié en las últimas vueltas, una vez que fue superado por Alonso en el repostaje, para atar un gran resultado.
El polo opuesto de Hamilton era el finlandés Heikki Kovalainen, que ha ocupado el puesto de Fernando Alonso en Renault y en el que confía su jefe Flavio Briatore en hacerle un nuevo campeón, que no paró de cometer error tras error para finalizar en la décima posición. Sus excursiones fuera de la pista fueron constantes y era tal el desastre, que al final de la carrera el piloto aseguró: «para ser mi debut tengo muy pocas cosas que recordar y si muchas para olvidar». BMW Sauber demostró en esta primera carrera todo lo bueno y lo malo que había apuntado en la pretemporada. Lo bueno el ritmo mostrado por el alemán Nick Heidfeld que terminó cuarto tras el Ferrari y los McLaren, y lo malo, la enésima rotura de la caja de cambios en el coche de Kubica cuando marchaba en quinta posición.