Europa Press|MADRID
España quiere volver a jugar 377 días después una final, esta vez la del Eurobasket de la que es anfitriona, pero para ello deberá superar mañana (19.00 horas/laSexta) a Grecia en la primera semifinal de la competición.
La campeona del mundo se ha convertido en el rival más temido, tras la demostración de su potencial en los cuartos de final ante la Alemania de Dirk Nowitzki, donde con un abultado resultado a su favor, supo mantener una gran intensidad defensiva, que le permitía correr y hacer su baloncesto con facilidad.
Pepu Hernández reconoció que se divirtió viendo a los suyos sobre la cancha del Palacio de los Deportes y es que los golden boys llevaron a la máxima expresión su deseo de crecer desde la defensa y de la intensidad defensiva necesaria para no dar tregua a su rival, sea quien sea.
España no teme a nadie, sobre todo con el juego desplegado en 'su' Europeo. Los internacionales se divierten tanto fuera como dentro de la pista y han conseguido enganchar a una afición que no les falla y a los que quieren dedicar un importante triunfo en esta ocasión para que puedan vivir en primera persona un título, después de que vivieran en la distancia el oro nipón.
La campeona del mundo, además, sigue fiel a su cita en las semifinales de un Eurobasket, a la que no falla desde los últimos cinco años donde ha logrado en dos ocasiones el pase a la final y en las otras dos se ha conformado con luchar por la medalla de bronce. Grecia aspira a retener el cetro continental y seguir en la cima.
Españoles y helenos se vuelven a ver las caras por segunda vez en este Eurobasket, pero todo apunta a que el encuentro de mañana no tendrá nada que ver con el de hace unas semanas en la segunda fase, donde España volvió a barrer a Grecia (76-58), repitiendo un gran partido como el del Mundial de Japón.