El Pleno del Consell Insular de Formentera ha aprobado la primera ordenanza que regula la actividad física dirigida en los parques urbanos de la isla. Esta medida, pionera en el territorio insular, establece un marco claro para el desarrollo de prácticas como yoga o pilates en espacios públicos. La aprobación contó con el respaldo del equipo de gobierno y la abstención de la oposición y el consejero no adscrito. Impulsada por la Conselleria de Deportes, la iniciativa busca garantizar la convivencia, la seguridad de los usuarios y un uso equitativo de las zonas verdes.
La nueva normativa determina un sistema de autorizaciones previas y limita el aforo a un máximo de 12 participantes. Exige seguro de responsabilidad civil e inscripción en el Censo de Actividades Físicas y Deportivas. Además, incorpora un régimen sancionador graduado para prevenir actividades no autorizadas, molestias acústicas o daños al mobiliario urbano.
Inicialmente, los espacios habilitados para estas actividades son el Parque Illes Pitiüses (La Savina), el Parque infantil Frank Jackson (Sant Francesc), el Parque de ses Bardetes y la zona de calistenia del Skatepark. El Consell, no obstante, podrá ampliar o revisar estos lugares según la evolución de las necesidades.
El concejal de Deportes y vicepresidente tercero, Hugo Martínez, defendió la ordenanza como "una medida necesaria y de sentido común ante el aumento del uso de los parques para actividades dirigidas«. Remarcó que »ordenamos para garantizar convivencia, seguridad jurídica e igualdad de oportunidades para todos los profesionales y entidades«. Martínez subrayó que la normativa »no restringe la práctica deportiva, sino que la hace compatible con el descanso, el juego infantil y el uso libre de los parques«, añadiendo que »Formentera apuesta por una isla activa y saludable, pero también ordenada y respetuosa con el espacio público". Estas declaraciones enfatizan el equilibrio buscado.
La ordenanza prohíbe expresamente la práctica de artes marciales en parques públicos, al considerar que requieren espacios con plenas garantías de seguridad. Para ello, el Consell pone a disposición de los practicantes las instalaciones deportivas municipales, como el Polideportivo Antoni Blanc. El régimen sancionador prevé multas de entre 100 y 3.000 euros, así como la suspensión temporal de la actividad en casos de reincidencia o riesgo grave. El texto también contempla que la ordenanza pueda adaptarse con el tiempo a nuevas realidades, incorporando nuevos espacios o ajustando criterios según la evolución social y deportiva de la isla.
«Es una ordenanza viva, pensada para dar herramientas y no para poner trabas. Si es necesario mejorarla, lo haremos escuchando al sector y a la ciudadanía», concluyó el concejal. Por otra parte, el Pleno también aprobó por unanimidad la proposición del grupo GxF relativa a la prevención de incendios forestales. Asimismo, se dio el visto bueno a la proposición del concejal no adscrito Llorenç Córdoba sobre una estrategia insular de equilibrio entre vida cotidiana de los residentes y actividad turística, y a una propuesta de urgencia de GxF para revocar delegaciones de atribuciones a la Junta de Gobierno.
Supongo que esto es solamente para grupos en los que un monitor organiza y cobra a los participantes para participar en una clase o actividad deportiva. Y supongo también que esto no afecta a un grupo de amigos o compañeros que se reúnen para hacer ejercicio, en donde no existe animo de lucro ni hay ninguna transacción económica.