El alemán Bert Grabsch ha hecho olvidar las ausencias de su compatriota Stephan Schumacher, que se llevó las dos cronos del Tour de Francia, y del campeón olímpico y bicampeón mundial contrarreloj (06 y 07), el suizo Fabian Cancellara, y conquistó ayer la medalla de oro en el Campeonato del Mundo contrarreloj, disputado en la ciudad italiana de Varese.
Grabsch, de 33 años, voló a más de 50 kilómetros por hora sobre los 43 kilómetros de la contrarreloj y relegó a la plata al canadiense Svein Tuft, que llegó a 43 segundos del vencedor. El bronce fue para el estadounidense David Zabriskie, que apartó de las preseas a su compatriota Levy Leipheimer, bronce olímpico en la crono de Pekín, por 14 segundos.
Grabsch, que había sumado hasta ahora 20 victorias en su carrera profesional, aguardó nervioso, sentado al pie de la meta en una silla que al principio era el potro de la tortura y luego pasó a ser el trono de la gloria.
Los alemanes pueden sentirse orgullosos de no haber gastado las fuerzas de Stephan Schumacher en busca de una medalla de oro que consiguió Grabsch y que Tony Martin, el otro germano en liza, acarició también en algún momento de la prueba.
Martin acabó séptimo, pero fue una de las sorpresas agradables de una prueba en la que el reloj hizo añicos todos los pronósticos que situaban al bronce olímpico en Pekín, Levi Leipheimer, como el principal candidato al triunfo.
El canadiense Svein Tuft, de 31 años, ha irrumpido este año con una fuerza inusitada en el panorama de los croners, y culmina con la plata la trayectoria que esta temporada le llevó a conseguir la séptima posición y el diploma olímpico de la contrarreloj de Pekín.
Los españoles José Iván Gutiérrez y Rubén Plaza estuvieron muy por debajo de su nivel, pues Gutiérrez, subcampeón en 2005, terminó en el puesto decimosexto, a casi dos minutos del vencedor, y Plaza cedió tres minutos y medio con el mejor para ocupar el lugar trigesimotercero.