Villarreal 1
Celtic 0
VILLARREAL: Diego López, Angel López, Godín, Gonzalo Rodríguez, Capdevila, Cazorla, Senna, Eguren, Pires, Rossi y Llorente.
Cambios: Ibagaza por Rossi; Bruno por Pires y Cani por Cazorla.
CELTIC: Boruc, Wilson, Cadwell, McManus, Naylor, McGeady, Hartley, Brown, Maloney, Nakamura y Samaras.
Cambios: McDonald por Maloney; Robson por Nakamura y Vennegoor of Hesselink.
Àrbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a los jugadores visitantes Robson y Brown.
Gol:
0-1, minuto 67, Marcos Senna.
Jordi Ferrer GisbertVILLARREAL
El Villarreal consiguió anoche su primer triunfo en la presente edición de la Liga de Campeones al imponerse por 1-0 al Celtic de Glasgow gracias a un gran lanzamiento de falta de Marcos Senna, aunque gozó de un buen número de ocasiones para haber ampliado su ventaja.
El co-líder de Liga española se mantiene imbatido en Liga de Campeones como local y amplía la racha negativa de resultados del Celtic de Glasgow, que no ha ganado nunca en España en partido oficial. Durante el primer tiempo, el Villarreal visitó con asiduidad el área rival e incluso tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador, pero fue el Celtic el que desperdició la mejor ocasión, fruto de un error defensivo del conjunto castellonense.
A falta de tres minutos para que el árbitro señalase el descanso, el único delantero del Celtic, el griego Georgios Samaras, se aprovechó de un error defensivo de Diego Godin para plantarse completamente solo frente a Diego López, pero el portero local anduvo acertado en el cuerpo a cuerpo.
Los futbolistas que dirige Manuel Pellegrini controlaron el encuentro desde el pitido inicial, fueron dueños de la pelota y también marcaron el ritmo que más les interesó, pero carecieron de inspiración en los metros finales.
La falta de frescura exhibida por el equipo de Pellegrini en la primera mitad fue remediada por el mejor jugador del partido, Marcos Senna, que encarriló el duelo con un magnífico libre directo, y a partir de este momento el Villarreal encontró muchos más espacios. Sin embargo, no pudo ampliar su ventaja simplemente porque no fue el día de Rossi, Ibagaza, Cazorla o Llorente, y ejemplo de ello fue la jugada que se produjo a falta de cuatro minutos del final, cuando el argentino regateó a toda la defensa y cedió a Llorente para que este rematase hasta en dos ocasiones sobre el cuerpo del portero escocés.