«El resultado no es justo, porque el Eivissa ha merecido ganar». Rubi se mostró indignado al término del encuentro, sabedor de que los suyos hicieron méritos para más. «No hemos conseguido transformar ninguna de las ocasiones que hemos tenido y las jugadas dudosas nunca caen de nuestro lado», lamentó el técnico, quien ensalzó que «hemos dejado otra vez la portería a cero en casa ante un equipo rocoso».
Del colegiado no quiso decir nada y recordó que las actuaciones arbitrales no están beneficiando en absoluto a los suyos en este primer tramo de la temporada: «No quiero hablar del árbitro. Tenéis que verlo vosotros. Nos han anulado cuatro goles en ocho partidos, nos han pitado dos penaltis más que dudosos y ninguno a favor. Eso está ahí».
El catalán sólo piensa en «pasar este tramo de liga duro para nosotros, en el que hemos tenido todas las adversidades. Ya no es sólo el fútbol, sino que hay problemas y es difícil navegar con todo esto. Vienes de Valencia sin que nadie se haya hecho daño y de una semana a otra tienes dos jugadores menos». Con todo, alabó a sus jugadores, pues «dentro de que se puede jugar mejor, para habernos medido a un equipo que vino a poner músculo, creo que no se puede reprochar nada a los jugadores. Hemos creado jugadas suficientes, dimos un palo...».
Por último, Rubi hizo un llamamiento de unión: «Estamos abajo y el equipo atraviesa sus cositas, las cuales tenemos que superar. Me gustaría que todos estuviéramos más unidos. Hay que estar con el equipo cuando no gana».