Una rotura del tendón del tríceps le apartó en la primera jornada de liga de las canchas de baloncesto al sufrir una mala caída. Después de realizarse una resonancia magnética el pasado domingo, Urit Kelly espera los resultados para saber si podrá jugar con su equipo, el Eivissa Bàsquet Sa Graduada, en la quinta jornada de competición ante el Cibo Lliria.
El pívot bahamés analizó ayer el mal inicio liguero de su equipo, que sólo ha ganado un encuentro y ocupa la decimocuarta posición, aunque gran parte de culpa, como asegura, la tienen las lesiones: «Las bajas nos han afectado muchísimo. Estamos mejorando de las lesiones; Andrés Torres ya ha empezado a correr y yo soy el último en incorporarme».
El nuevo técnico Chicho Lucas ha tenido muchos problemas por este motivo y hay voces que suspiran por el anterior técnico, José Luis Oliete. Urit Kelly, que no oculta que el estilo de su antiguo entrenador «era más rapido», advierte: «Todos están hablando de Oliete, pero ya no está. Tenemos que tener un cambio de chip y escuchar al nuevo entrenador».
En cuanto al próximo compromiso liguero ante el Cibo Lliria, noveno clasificado con dos victorias y tres derrotas, el pívot asegura que la trayectoria está siendo de menos a más y que buscan la victoria: «Ya en el último partido cogimos más confianza, aunque perdimos. En los anteriores caímos por 20 puntos, pero en éste íbamos ganando y, al final, perdimos de siete. Veremos si esto nos ayuda, pero todos tenemos muchas ganas de vencer este partido».