Por fin se escuchan buenas noticias desde la SE Eivissa. Uno de sus jugadores más importantes, el canario Àngel Sánchez, podrá volver a los terrenos de juego en un mes, aproximadamente, después de que ayer se descartara una intervención quirúrgica de su lesión, una hernia disco-cervical.
El calvario del media punta comenzó tras el derbi ante la Peña Deportiva del pasado 13 de septiembre. Algunos síntomas como el adormecimiento de los dedos le llevaron a someterse a unas pruebas que determinaron que sufría una hernia de disco. La lesión, poco común en un futbolista, podría haberle apartado de los terrenos de juego por un tiempo indefinido.
Pero ayer los peores pronósticos quedaron descartados. El médico especialista que lleva su lesión en Barcelona marcó un tratamiento consistente en inyecciones de ozono por un período de tres semanas tras el cual podrá incorporarse con el grupo. Àngel ya ha iniciado el tratamiento con ocho inyecciones. La próxima semana recibirá pinchazos el lunes, el miércoles y el jueves, y la siguiente semana el lunes y el miércoles, día en que acabará la terapia.
Joan Francesc Ferrer Rubi, que informó ayer de la noticia a los medios, se mostró feliz con el pronóstico y señaló que «nos han garantizado en un 99% que esquivará el quirófano y a partir de la tercera semana de inyecciones se encontrará bien». Los días que no acuda a Barcelona para seguir el tratamiento, el ex del Universidad de Las Palmas entrenará en solitario en Can Misses, incluidos los domingos, para no perder la forma. «Si el tratamiento evoluciona como nos ha dicho el médico, Àngel se incorporará al grupo después de la tercera semana», puntualizó Rubi al término de la sesión matinal que realizó el equipo en el estadio de Can Misses.
Àngel, dolorido pero feliz
El tratamiento que ya está recibiendo Àngel Sánchez es muy doloroso, tal y como aseguró ayer el futbolista canario, ya que las inyecciones se realizan en la parte posterior de la cabeza y dejan muy afectada la zona cervical.
Sin embargo, el jugador del Eivissa ya piensa en su recuperación y en la gran noticia de poder eludir el quirófano. «Es algo muy positivo. No me esperaba que fuera lo peor, pero había que esperar a conocer los resultados. Poner un plazo de recuperación en este tipo de cosas es apresurado, pero ahora somos más optimistas porque lógicamente no hay que recurrir a un tratamiento agresivo. Los médicos, una vez han visto las resonancias, han descartado que esto me pueda impedir seguir jugando al fútbol», manifestó el jugador.