El Eivissa ganó, contra viento y marea. A pesar de todos los problemas que rodean al conjunto rojillo, a pesar del retraso en el pago de las nominas, de las bajas en la plantilla, de tener que convocar a cinco jugadores del filial para completar la convocatoria y de estar a sólo 24 horas de una reunión con la directiva que puede ser decisiva para su futuro, los jugadores dieron ayer toda una lección de pundonor y cerraron la primera vuelta con un importante triunfo por la mínima ante el Orihuela que les saca de los puestos de descenso.
El partido ante el conjunto alicantino se presentaba demasiado cuesta arriba. Yagüe se las tenía que apañar con los pocos efectivos que aún tiene disponibles. Y es que, con respecto al último partido ante el Ontinyent, el técnico contaba con seis bajas: Carlos López, que ha decidido abandonar el club al igual que lo hizo antes Pisano; José Rodríguez, Jonan y Raúl Rodríguez, sancionados y José García, lesionado. Esta circunstancia obligó al técnico a alinear a los nueve jugadores de campo que le quedan, dar la oportunidad a Víctor y al debutante Carlos Fernández, del filial, y dejar en el banquillo a otros futbolistas del segundo equipo como Cabrera, Bonilla y Samir.
Por suerte para el Eivissa, no todo iban a ser malas noticias, el Orihuela tampoco está para tirar cohetes. El equipo que entrena el ex futbolista Luis García Tevenet llegaba a Can Misses con un pésimo balance de seis derrotas en los últimos siete partidos, que ahora se elevan a siete de ocho y con el equipo en la penúltima posición de la tabla.
No sólo eso. En el minuto 36 llegó una acción que iba a cambiar el rumbo del partido, cuando el lateral Santi Villa vio su segunda cartulina por manos y fue expulsado con casi una hora de partido por delante. A partir de ese momento, y jugando en superioridad numérica, el partido fue claramente favorable al conjunto rojillo, que puede estar espeso en ataque y con poca frescura en su juego, pero que no es tonto y sabe aprovechar las ocasiones cuando se le presentan.
Sin embargo, hubo que esperar al minuto 56 para que ese dominio se tradujera en el marcador, cuando Juan Carlos recibió un buen centro de Raúl Garrido desde la banda derecha para batir a placer a Ricardo Molina. El centrocampista del Eivissa, que dio el susto poco antes del final de la primera parte cuando sufrió un esguince de tobillo que parecía que no le iba a dejar continuar en el partido, no sólo aguantó los 90 minutos sino que acertó con la portería rival para conseguir su segundo gol esta temporada. Un gol providencial.
Desde ahí hasta el final sólo tocaba aguantar el resultado. Lo hizo sin demasiados apuros, aunque la expulsión de Julien en el minuto 85, por una dura e inútil entrada sobre Juanjo Martínez en el centro del campo, pudo complicar las cosas en los últimos minutos. No obstante, los visitantes sólo dispararon con peligro en el minuto 94, en un disparo del propio Juanjo que Manu atajó con acierto, mientras que el Eivissa pudo ampliar su ventaja en dos claras ocasiones de Juan Carlos, en el minuto 72, y de Àngel Sánchez, en el 90.