RICOH MANRESA 86
VIVEMENORCA 70
RICOH MANRESA (24+19+27+ 16): Rodríguez (4), Grimau (7), Bulfoni (20), Asselin (16), Rubio (18) -cinco inicial- También Alzamora (2), San Miguel (-), Montáñez (9), Ibaka (6), Sánchez (4) y Llorca.
VIVEMENORCA (22+16+18+14): Jeter (18), Burtt (9), Stojic (14), Otegui (6), Weis (4) -cinco inicial- También Bazdaric (8), Ivanov (-), Guzmán (-), Sundov (7), Marc Fernández y Jesús Fernández (4).
Àrbitros: Pérez Pérez, Murgui y Sánchez Montserrat.
Incidencias: Pabellón del Nou Congost. 4.632 espectadores.
Xisco Cruz
Menorca había metido la bola del Manresa en la ruleta rusa. Fió la permanencia a la cita del Nou Congost, convencido de que iba a ganar, de que el enfermo iba a abrir los ojos. Pero lejos de rehabilitarse, el equipo de Imbroda salió del partido emanando un preocupante olor a cadáver. Ha agotado el ViveMenorca una de las vidas que le quedaban y la sensación que transmite el grupo es de que esto no tiene solución. Otro pésimo tercer cuarto, con una defensa de papel y una dirección de Imbroda bajo sospecha, dieron con un marcador que deja a los menorquines muy cerca de despeñarse a la LEB. Ni Burtt, ni la montaña de centímetros de Sundov y Weis, ni Imbroda. Nada funciona.
Tras el descanso, Imbroda probó con Stojic de cuatro y Marc en el ala, pero el invento lo aprovechó el Manresa para demarrar. Bulfoni hiló 8 puntos consecutivos, mientras Asselin y Rubio aprovechaban los continuos desajustes en la defensa del Menorca, que era una broma. El partido se rajaba (64-49). El equipo isleño le temblaban las piernas y las miradas perdidas empezaban a sucederse (70-56, tercer cuarto). El epílogo del encuentro fue prolongar la agonía. El Nou Congost tiraba serpentinas, mientras Burtt se liaba la manta a la cabeza y del resto no había noticias.