Uno de los análisis que más han salido a la luz tras el descenso de la Peña Deportiva a Tercera División ha sido la mala planificación de la plantilla que se hizo en verano. La recién formada junta gestora sólo dispuso de dos semanas para reconfigurar un vestuario desestructurado tras el ascenso por las bajas del cuerpo técnico y de jugadores como Zurbano, David Fernández, Xabi Gutiérrez o Xicu Grimaldo. Antes de que el club eligiera a Luis Elcacho como entrenador del primer equipo, la secretaría técnica de la entidad de Santa Eulària ya había confeccionado la plantilla, a marchas forzadas, y muchos de esos refuerzos no fueron del agrado del ilerdense.
Algo similar ocurrió en el mercado invernal. El club, a petición de Elcacho, dio bajas significativas como las de Nacho Jara o Alberto Salazar, y firmó a seis futbolistas antes de contratar al actual entrenador, Cristóbal Parralo. Los resultados tampoco han sido los esperados y los refuerzos apenas han variado el rumbo del equipo, que regresa a la categoría balear.
La directiva no quiere volver a pinchar con el diseño de la plantilla, esta vez en Tercera. Lo primero que hará la dirección deportiva del club es incorporar a un entrenador y, junto a él, confeccionar una plantilla competitiva que garantice una plaza entre los cuatro primeros de la competición autonómica para asaltar de nuevo la Segunda División B.