Javier García-OchoaMONZA
El brasileño Rubens Barrichello (Brawn GP) consiguió ayer su tercer triunfo en Monza al imponerse en el Gran Premio de Italia, por delante de su compañero de equipo el británico Jenson Button, mientras que el español Fernando Alonso (Renault) tuvo que conformarse con un afortunado quinto puesto después de ir al límite durante toda la carrera.
El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) se volvió a subir por segunda carrera consecutiva al podio, esta vez al escalón más bajo, después de hacerlo al mas alto en Bélgica, gracias a que el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) perdió el control de su coche en la primera curva de Lesmo y lo destrozó cuando marchaba confortablemente en la tercera posición.
El también español Jaime Alguersuari (Toro-Rosso), que tuvo que salir desde los garajes por un problema en la suspensión, se vio obligado a abandonar en la vuelta 19 de las 53 de que constaba la carrera cuando marchaba en decimosexta posición por detrás de su compañero de equipo, Sebastian Buemi, por un problema en el cambio.
Alonso volvió a correr al límite de principio a fin de carrera para obtener la pequeña recompensa del quinto puesto. El KERS no le ayudó en la salida para ganar puestos, sino que en el embudo de la primera variante perdió una posición en beneficio del alemán Sebastian Vettel (Red Bull), el vencedor del año y el que le arrebató muchas marcas de juventud.
Tres vueltas tardó Alonso en poner orden en el pelotón. Primero se deshizo de Vettel y luego del finlandés Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes), a pesar de que éste también tenía KERS, pero luego ya no pudo con el italiano Vitantonio Liuzzi y su Force India, hasta que éste abandonó por avería.
La suerte, hasta la última vuelta, fue esquiva con Fernando Alonso, porque los coches de cabeza, que iban a dos paradas -él iba sólo a una- siempre salían justo por delante de él y le rompían el ritmo. Primero, cuando aún estaba Liuzzi delante de él en pista, fue Hamilton, y luego Raikkonen hizo lo propio delante del morro del Renault.
Queda la duda de saber si hubiera tenido el camino despejado habría podido luchar con Raikkonen y el alemán Adrian Sutil (Force India), cuarto, aunque la posibilidad de quedar delante de ellos era remota. Pero por lo menos tuvo suerte en el último giro con el error de Hamilton para conseguir un quinto puesto, pero ayer no podía aspirar a mas.
Brawn GP volvió, y lo hizo con un nuevo doblete con Barrichello y Button después de seis carreras. La última vez fue en Mónaco, y a falta de cuatro carreras empiezan a sentenciar el Mundial, porque sus principales rivales continúan desaparecidos.
Red Bull
En un circuito donde se esperaba que los Red Bull-Renault volaran, el australiano Mark Webber, que se retiró en el transcurso de la primera vuelta cuando se tocó con el polaco Robert Kubica en la primera variante, y Vettel, que al final sumó un punto gracias a Hamilton, estuvieron siempre en mitad del grupo.
Barrichello está disfrutando de un momento dulce. Ayer logró su segunda victoria con Brawn, tras la del Gran Premio de Europa en Valencia, y lo ha hizo en Monza cinco años después, donde ya ganó con Ferrari en 2002 y 2004. En Monza la gente no olvida su pasado al volante de los coches rojos.
Sin embargo, en la lucha por el Mundial, aunque ha recortado dos puntos a Button, sigue estando muy lejos de su compañero de equipo, porque todavía son 14 puntos de distancia y ya quedan sólo cuatro carreras para acabar el mundial.
Al término de la carrera, Fernando Alonso se mostró satisfecho por el resultado obtenido y por el hecho de ganar una posición en la última vuelta, cuando Hamilton se vio obligado a abandonar tras sufrir una salida de pista y chocar contra el muro.
«Siempre que se gana una posición te da el 'subidón' y acabas feliz. Aunque también tengo que decir que no es bonito ver como otro piloto termina contra el muro», señaló el español.
Al resumir el Gran Premio de Monza, Alonso dijo: «La carrera ha ido como esperábamos. No he hecho una buena salida y he tenido que estar siempre detrás de la otra gente. Luego pude hacer un par de adelantamientos, uno de ellos a Vettel, y ahí sí que me funcionó el KERS».
«La salida no fue buena, no aproveché esos primeros 10 a 15 metros. Tenemos que salir mejor y aprovechar el botón», afirmó el bicampeón español.