Sergio Scariolo, entrenador de la selección española de baloncesto, se ratificó en la decisión tomada en los últimos segundos contra Turquía de que se la jugara Llull, comentó que «los fallos y la presión han cargado la mochila» del equipo y afirmó que el camino «es ahora más difícil pero sigue abierto». «El equipo no está jugando como esperábamos», dijo de entrada Scariolo, «pero hemos tenido una difícil preparación y no hemos podido ensayar cosas que teníamos que hacer en la pista. No es una excusa y menos después de una derrota».
«Quizá hemos malinterpretado el aspecto psicológico. En la preparación jugamos sin presión, con chispa y alegría. Cuando hemos llegado al campeonato ha llegado la presión y los fallos en los tiros y se nos ha cargado la mochila», indicó Scariolo.
Las declaraciones de Marc Gasol, nada más terminar el partido, al respecto de que el balón decisivo no debía jugarlo un joven recién llegado y de Pau Gasol, respecto al trato arbitral de unos y otros jugadores, crearon cierta polémica. «Ambos jugadores me han dado una explicación de que sus opiniones nada tienen que ver con la decisión técnica tomada. Acepto, respeto y entiendo las explicaciones que también han hecho extensivas a sus compañeros», observó. Pese a todo, España sigue dependiendo de sí misma y todavía puede optar a lo máximo.