La junta insular de la Federación de Fútbol de les Illes Balears, con el presidente Pepe Roselló a la cabeza, ha explotado. La delegación ibicenca, tras la reunión mantenida el pasado lunes por la noche, solicita públicamente la cabeza de Mario Avellaneda, conseller d'Esports del Consell d'Eivissa, que se apruebe el presupuesto del programa Esport per a la edat escolar, se cierre de una vez por todas el asunto de los partidos de la selección española absoluta de fútbol sala y, por último, y se arreglen las anomalías existentes en los diferentes campos de fútbol.
El escrito remitido por la delegación pitiusa de fútbol destaca «el malestar existente entre los miembros de la junta», que lamenta «las desafortunadas declaraciones» de Avelleneda «en el Pleno del Consell d'Eivissa, de fecha 25 de septiembre del año en curso, cuando se le interpeló para que el club UD Ibiza-Eivissa presentara sus cuentas, a lo que contestó que el fútbol no le gusta ni debe protegerlo». La entidad que preside Pepe Roselló considera «de muy mal gusto que diga que no le gusta un deporte del cual es usted responsable -en relación a Avellaneda- y que representa un peso específico muy importante (o al menos debería representarlo) dentro de su labor. Señor Avellaneda. Si no le gusta el deporte, coja camino y márchese, ya que, si no le gusta el trabajo que está haciendo y para el cual le han elegido, no tiene motivo para estar en el cargo que representa».
Sin representación balear
La parte del comunicado que ataca a Avellaneda continúa así: «Sabiendo que no le gusta el fútbol, no por ello debe dejar de protegerlo, sino que debe hacerlo con todos y cada uno de los deportes a los que representa de la misma manera e intensidad. Por si se excusa en que esto son formas de hablar o interpretaciones erróneas, pasamos a los hechos. En 2008, coincidiendo con año olímpico, hubo elecciones en todas las federaciones. Esta junta insular se enteró que se estaba preparando un borrador en el que las islas denominadas menores dejábamos de tener la representatividad que teníamos en la composición de la asamblea general, desde que empezó este último periodo de democracia (...). El señor Avellaneda acudió a Palma para tratar el tema de elecciones a federaciones y consiguió en una sola reunión lo que no habían conseguido los políticos de Mallorca en 20 años, es decir, que pasáramos a no tener prácticamente ninguna representación dentro del fútbol balear (y lo mismo ha ocurrido en las demás federaciones deportivas)».
La junta insular también lamenta la falta de ayudas para un deporte que no para de captar adeptos: «Siguiendo con su 'protección' al fútbol pitiuso, este año hemos incrementado los practicantes en las islas (superamos los 3.000), por lo que se incrementan los arbitrajes, los desplazamientos a Formentera, etcétera. La solución por parte de la Conselleria ha sido suprimir las ayudas de desplazamiento a Formentera a los equipos de categoría Regional y ordenarnos que reestructuremos el sistema de competición en nuestras ligas para abaratar arbitrajes (no sabemos qué se pretende con ello, que se jueguen sólo medias partes o poner un tope en el número de equipos participantes en cada categoría). Se llega incluso a proponer que se supriman las competiciones en las categorías de fútbol-7 benjamín y fútbol-8 prebenjamín, donde existen campeonatos de Balears, con el único fin de seguir abaratando costes de arbitrajes con la excusa de que llegará un momento que habrá competiciones de bebés. Todo ello, tras presentar esta junta insular un borrador del presupuesto de la presente temporada 2009-10». «Lo lógico es que, si temporada tras temporada, esta junta insular consigue que se incremente el número de equipos y de deportistas practicando fútbol, se aumente el capítulo de ayudas», agrega el escrito.
Aspecto social
Este primer punto del comunicado concluye con un mensaje directo a Avellaneda: «Sr. Avellaneda, que salvemos a un solo chico de que se introduzca en el mundo del alcoholismo o la drogadicción nos hace sentir altamente satisfechos con la labor efectuada, y usted sabrá, o debería saberlo, que muchos de ellos se salvan gracias al deporte, y que el gasto que se pueda efectuar con ellos no es tal gasto, sino una inversión de futuro. Si hay que apretarse el cinturón, como ustedes nos indican, empiecen por otras partidas, de las que nosotros no queremos hacer mención».
Instalaciones y dimisión
Sobre el mantenimiento de los campos de fútbol, la junta insular «pasará a constituir una comisión para inspeccionar los campos y concederá un plazo para que sean subsanadas las anomalías. Si no se subsanan, se clausurarán los recintos».
El escrito concluye solicitando «la dimisión inmediata de Mario Avellaneda» o «su cese» por parte de Xico Tarrés y que «sea aprobado el presupuesto del programa escolar». «En caso de no cumplirse estas peticiones, la junta insular procederá a estudiar la posible renuncia al trabajo que realiza por delegación del Consell en cuanto a deporte escolar, dejándolo en manos de la Conselleria correspondiente», sentencia.
El segundo punto del comunicado versa sobre la selección española de fútbol sala, cuyos amistosos en Eivissa aún no están cerrados. Tras una reunión con el Consell, el Ayuntamiento d'Eivissa y el de Santa Eulària, se acordó una nueva cita el pasado día 28, pospuesta al 29 por la ausencia de Rafel Ruiz, quien tampoco apareció en esa fecha, «manifestando el Sr. Avellaneda que 'cree' que al Ayuntamiento d'Eivissa no le interesa la organización (...). Al cambiar la situación, el concejal de Deportes de Santa Eulària solicita dos horas para poder hablar con su alcalde, quedando que el Sr. Avellaneda me comunicaría durante la mañana del día 29 la resolución. El 2 de octubre nos llamó la secretaria del Sr. Avellaneda diciendo que estaban 'de acuerdo en organizar' los partidos, pero a fecha de hoy seguimos esperando la confirmación oficial del contrato, el pago del canon, etcétera. Estamos hablando de una selección varias veces campeona del mundo de Europa».