Matrícula de honor. Ésa es la nota del San Rafael tras la disputa de las diez -sí, diez, como la nota del equipo- primeras jornadas ligueras. El equipo de Mario Ormaechea continúa invicto en la categoría que estrena después de conseguir in extremis «un puntazo», como el propio técnico definió al término del partido, ante el Constància, uno de los gallitos del grupo.
Esta vez tocó sufrir. Los mallorquines se adelantaron en el marcador y los rafelers igualaron en el último suspiro. Una jugada aislada en el minuto 88, culminada en gol por Bonilla, y ese algo -sea fe, casta, suerte, trabajo o la suma de todos- del conjunto de Mario Ormaechea permitió una nueva alegría en el Municipal, inexpugnable como el propio equipo en lo que va de ejercicio.
Como si de un combate de boxeo se tratara, la primera parte fue más una toma de contacto que otra cosa. Como un primer round. Ambos equipos se dedicaron a estudiarse y se mostraron mucho respeto, de ahí que las ocasiones de gol brillaran por su ausencia.
Los primeros minutos sirvieron para constatar que el Constància, sin el goleador Lucas Pou, no iba a regalar nada. Decía Mario Ormaechea que si los mallorquines querían ganar en Eivissa iban a tener que «sudar sangre», pero lo cierto es que si los suyos querían sumar los tres puntos también iban a tener que hacerlo. Y es que los visitantes se emplearon con dureza en las primeras acciones del duelo y el principal perjudicado fue Julio, objeto de falta cada vez que intentaba una de las suyas.
La primera ocasión del encuentro se produjo en el minuto nueve y la tuvo Dani Rado en sus botas; el delantero del Constància, que firmó por la Peña Deportiva el pasado verano y se desvinculó semanas después por motivos personales, penetró en el área por la derecha y lanzó escorado, topándose con Seral en el camino hacia el gol.
La réplica la dio Carlos Fernández en un contragolpe iniciado por Julio tras recuperar él mismo el balón en el minuto 20. El centrocampista zurdo avanzó con el balón y lo cedió en profundidad para que Carlos rematara a las manos del portero. Fue el único disparo del San Rafael en todo el primer periodo. Y no es que hubieran muchas más oportunidades hasta el final. De hecho, sólo se contabilizó un tiro más entre los tres palos en una falta que Seral mandó a córner.
La reanudación
Tras el descanso, el decorado cambió por completo. Ormaechea buscó algo más de mordiente con la entrada de Adrián Ramos por Tomás, pero fue el Constància el que tuvo las ideas más claras con Forteza como principal protagonista.
El centrocampista derecho encontró sitio por su banda en el minuto 49 y sirvió el gol en bandeja a Dani Rado, quien llegó tarde al segundo palo y lanzó fuera rozando el poste. Fue el preámbulo del tanto de Constància, que no tardó en llegar. Cuatro minutos más tarde, Forteza volvió a escaparse por el costado derecho y lanzó un zapatazo que se coló por el primer palo a pesar de que Seral tocó el esférico. El campo se quedó más frío aún si cabe tras el tanto mallorquín.
No estaba siendo la tarde del San Rafael. A los locales les faltaba la chispa de otras jornadas, el plus necesario para no perder su condición de invicto. Adrián Ramos decidió entonces hacer la guerra por su cuenta y casi consigue un golazo de bandera en el minuto 70; el delantero, que ocupó la banda derecha, fue zigzagueando con el balón y dejando rivales atrás hasta plantarse en el interior del área, donde lanzó sin fuerza a las manos del portero.
Cuando el partido agonizaba apareció ese algo del San Rafael. Un balón largo lo peinó Buti hacia el área, donde apareció Bonilla para batir de vaselina la meta rival. Increíble, pero cierto. La fe, la casta, la rabia, la fortuna y el buen hacer se fundieron con unos rafelers que continúan intratables. Que pase el siguiente.
Adrián Ramos, delantero del San Rafael, se mostró satisfecho con su actuación: «He aprovechado los minutos que me ha dado el míster. Hice la jugadita ésa -en referencia a la individual que casi acabó en gol- y un par de entradas por banda. No he tenido suerte de marcar, pero sí lo ha hecho mi compañero». El ariete destacó la casta de su plantel: «Este equipo tiene mucha fe. Si perdemos la fe y la garra que ponemos no somos nadie. Lo hemos dicho desde el principio. Hay que sacar los partidos sí o sí». Sobre cómo se sintió en la banda derecha, dijo: «No es un puesto habitual para mí, pero, como tengo velocidad, puedo encarar y poner balones para ayudar al equipo».
Buti, central del San Rafael, destacó que «el equipo inspira confianza y está en una buena dinámica». «Más de una vez nos han metido un gol y conseguimos empatar e incluso ganar. Hay que tener esperanza hasta que pite el final el árbitro», explicó el defensa. El jugador piensa que el partido estuvo «bastante igualado» y que los dos conjuntos «estuvieron bien en defensa». Afortunadamente, el San Rafael «si tiene algo es fe en lo que hace y espíritu ganador, que es lo que el míster nos inculca cada día de entrenamiento. Llevamos diez jornadas sin perder y no por el hecho de que seamos un equipo defensivo, sino todo lo contrario. La mejor defensa es un buen ataque».
«Como dijo ayer -anteayer para el lector- Camacho tras el partido contra el Barça, esto es 'un puntazo'». Éstas fueron las primeras palabras de Mario Ormaechea, entrenador del San Rafael, al término del partido. El técnico destacó que «hemos sabido contrarrestar un gol en contra ante un equipo de esta calidad. Felicito a los jugadores, porque se han dejado el alma. Estoy muy contento con el resultado. El equipo lo ha dado todo». El preparador rafeler reconoció que «nos ha costado mucho» y resaltó que «ellos tampoco han ganado». Tras diez jornadas invicto, afirmó que «esto va en serio y es meritorio». «Cuando un equipo se crece ante las adversidades, tiene carácter», indicó Ormaechea. que, tras saber que Nico López había dicho que el gol rafeler fue ilegal, estalló: «El linier es de Mallorca y el árbitro, faltita a faltita, siempre ha tidado para el Constància. Hemos jugado con la línea de cuatro del año pasado en la Liga Interpueblos y ellos con una en la que jugaba Cano, que estaba en el Albacete. Que no hablen tanto y empujen más».
Nico López, entrenador del Constància, se quejó del gol del San Rafael: «Antes de nada, quiero decir que el arbitraje ha sido impresionante, pero la jugada del gol del San Rafael es ilegal». Por eso siente que «hemos perdido dos puntos». «Ya perdimos dos en Montuïri pasado el tiempo reglamentario y ahora nos pasó lo mismo. Es una lástima, porque ha sido un error arbitral», comentó el técnico, que se marchó «dolido, porque hemos hecho un poquitín más de méritos que el San Rafael», al que ensalzó: «Ha trabajado bien y tiene equipo para quizá no ser campeón, pero sí estar arriba». «Seguramente mañana -por hoy- estaré contento por el punto, pero hoy -por ayer- estoy cabreado».