El concejal d'Esports del Ayuntamiento de Vila, Rafel Ruiz, convocó ayer una rueda de prensa junto a los directivos del Atlético Isleño, Vicente Torres, Murtera, y Enric Sangozalo para poner fin a sus relaciones con la UD Ibiza-Eivissa.
«Hemos tenido muchas reuniones intenando buscar soluciones, escuchando a gente que nos ha contando milongas y teniendo mucha paciencia con el único objetivo de salvaguardar a los jugadores y técnicos, que han trabajado de forma espectacular», comenzó su exposición el concejal, con un semblante serio en la única rueda de prensa ofrecida por el Consistorio en materia de la UD Ibiza. «La situación es caótica y escandalosa y debe acabar porque el equipo regional no representa a esta ciudad. No existe equipo regional», añadió el concejal, que anunció algunas de las medidas que se van a tomar contra el club: «El primer equipo dejará de tener los privilegios que ofrece este ayuntamiento». La asesoría jurídica de Vila estudia la fórmula de intervención y el club ya tiene una comunicación por escrito de que el vestuario 1 del estadio de Can Misses pasará al equipo juvenil; el club deberá desalojar las oficinas y el bar del campo y, como última acción, el primer equipo tendrá que solicitar otra instalación fuera del municipio de Eivissa, donde se ha quedado sin crédito.
«Hay convenios firmados y hay una cesión de campos que habría que reestructurar. El tema del vestuario y las oficinas se podrá ejecutar pronto, lo del campo es más compleja», apuntó.
«Visto lo visto, lo que está claro es que Enric y Vicente son los buenos de la película», añadió Ruiz en relación al club Atlético Isleño, que ha asumido desde hace varios meses, junto a algunos padres y madres, los gastos del fútbol base del Ibiza, y que seguirá haciéndolo hasta final de temporada.
Duras críticas contra Begoña
Rafel Ruiz quiso contestar a las declaraciones efectuadas por Begoña a este rotativo en su edición de ayer: «Él apretó a los chicos para que jugaran el domingo. Como jugador fue bueno, pero como director deportivo deja mucho que desear. De todas las reuniones que hemos llevado a cabo sólo ha acudido a una, y para la última estuvo ilocalizable. Me tiene descolocado. No daremos más vida a esta directiva. Pensaba que tenía unos criterios, pero sus últimas actuaciones no lo han demostrado».