Nacho Villodre vuelve a sonreír. El futbolista ha regresado esta semana a la actividad y lo hace en un club donde se siente «como en casa», el Sant Carles. Lleva «tres días» ejercitándose con sus nuevos compañeros y vive el deporte rey de una manera distinta a la de antes, dejando al margen el profesionalismo y dando más cabida a la diversión.
El ex jugador de la Peña Deportiva reconoce estar «físicamente mal». Por eso, descarta jugar este fin de semana: «Una vez que me encuentre mejor, jugaré si el entrenador lo estimara oportuno, pero, en principio, necesito dos o tres semanas de adaptación. De todas formas, no lo he hablado con el míster y haré lo que diga el entrenador».
Su último partido oficial fue «el de 'play off' con la Peña». Después sufrió «un accidente de moto» y estuvo de baja hasta hace poquito. «Ya me dieron el alta definitiva. Antes había empezado a correr y a hacer cosas, pero no podía golpear el balón de cabeza y no hice nada de fútbol», deporte con el que sólo piensa disfrutar en estos momentos: «Me lo tomo de otra manera, para divertirme». Quizá, por eso, ni se plantea regresar al profesionalismo en el mercado invernal: «He colgado las botas. No del todo, pero sí con todas las consecuencias. Tengo dos trabajos, una familia y estoy liado seis días a la semana. Viajar otra vez a Palma cada dos fines de semana no es una cosa que me apetezca».
Además, cuenta con el privilegio de sentirse muy a gusto en su nuevo club. «Hay un buen grupo humano y conozco a varios jugadores, que son muy majos. Muchos, como Youssuf, Emilio, Àngel y Samir, por ejemplo, también estuvieron en la Peña. El ambiente es muy sano. Da gusto. Me siento como en casa», explicó. Eso sí, recordó estar «muy agradecida a la Peña». «Siempre fue mi casa. Lo dije y lo diré. Le deseo lo mejor. Decidió no contar con mis servicios y ya está. He dejado el fútbol a nivel profesional y me lo tomo de otra forma», comentó.
Los peñistas
Sobre la situación actual del equipo de Luis Rueda, fuera de la zona de descenso y muy distanciado del líder, afirmó: «No es lo que esperábamos. Hubo una serie de cambios, con muchos jugadores buenísimos, pero necesitan tiempo para compenetrarse. Si saca un buen par de resultados es fácil que suba en la tabla como la espuma».
En cuanto al objetivo del Sant Carles, señaló: «Lo que quiere es jugar la liguilla. Si nos compenetramos, podemos estar entre los cuatro primeros. Luego, quedar campeón es más difícil, porque hay muy buenos equipos como el Sant Jordi y el Portmany. Tampoco conozco mucho a la gente de esta categoría, pero, quitando a esos dos, el resto de equipos está igualado. Lo que está claro es que esta Liga no será un paseo para ninguno».