Daniel Sánchez (Club Nàutic Sant Antoni) intentará hoy acabar con la hegemonía de los representantes sudafricanos. En la parrilla de salida de la Copa del Mundo de Formentera se encuentran dos de los mejores palistas del mundo: Sean Rice, vencedor en la prueba disputada el año pasado en la pitiusa menor, y Jasper Mocke, hermano del vigente campeón mundial de la especialidad. No obstante, Sánchez, que estos días ha podido medir fuerzas en los entrenamientos con los dos sudafricanos, buscará protagonizar la sorpresa de la jornada y auparse al primer puesto confirmando de esta manera la notable progresión del asturiano.
«Sánchez es el mejor colocado para hacer frente a Rice y Mocke. Sin duda los tres son los principales favoritos», reconoció Xavier Marroig, gerente de la Federación Balear de Piragüismo. Junto a estos palistas figuran un total de 190 inscritos, que tomarán parte tanto en la prueba de la Copa del Mundo como en el Campeonato de Balears de kayak de mar. «El año pasado la participación fue de 105 palistas, pero es que teníamos el hándicap de que sólo un día antes se disputaba el Campeonato de España y eso hizo que mucha geste no se desplazara a Formentera. En esta ocasión las fechas son mejores, si bien todavía es temporada alta en la Isla y los hoteles y el trayecto son muy caros. Si se vuelve a organizar una prueba de este tipo en Formentera habrá que retrasar la fecha, porque esta circunstancia también ha hecho que haya menos participación de la prevista», añadió Marroig.
El circuito también presenta particularidades este año con respecto al pasado y gran parte de responsabilidad la tiene el propio Daniel Sánchez. «Dani es el causante del recorrido. Nos dijo que la gente de mucho nivel lo que quiere es tener que remar popa al viento durante gran parte del circuito, porque es ahí donde se marcan las diferencias. Por eso hemos decidido hacer un recorrido diferente, a sólo una vuelta y en el que unos 10 kilómetros serán de popa y los otros 5 con el mar en calma. Es verdad que eso beneficia a los mejores, pero lo que queríamos era marcar claramente las diferencias entre kayak de mar y kayak de aguas tranquilas», afirmó, por su parte, Asier Fernández.
Un orgullo
El director de la Escola de Vela de Formentera considera que es «todo un orgullo» para Formentera volver a organizar una prueba de carácter mundial. «Hay que tener en cuenta que en las Pitiüses se han hecho cinco eventos mundiales. Dos de ellos se realizaron en Eivissa, en triatlón y apnea. Formentera ya supera esa cifra con el de windsurf y los dos de kayak de mar. Todo con un mismo equipo de gobierno, que ha encontrado a un 'zumbado', que soy yo, dispuesto a meterse en estos fregados, porque la verdad es que hay que echarle un par de narices», dijo Fernández.
Todos están de acuerdo en valorar muy positivamente las condiciones naturales de Formentera para albergar pruebas de este tipo. «Los participantes sudafricanos, por ejemplo, veían las fotos en la web y no se creían que el agua tuviese ese color, pensaban que las fotografías estaban retocadas. Después comprobaron que realmente era así y se quedaron maravillados. Ese es el objetivo, difundir la imagen de Formentera a todas partes del mundo y con campeonatos de este calado lo consigues. Es por eso que sería importante repetir esta Copa del Mundo en años venideros, porque es bueno para la Isla, aunque ya es algo que depende de los políticos», añadió el exolímpico.
Premios en metálico en metas volantes
Este año, una de las principales novedades y alicientes de la prueba es la inclusión de dos metas volantes, con premios en metálico para el primer competidor masculino y femenino. Dichas metas volantes están situadas en el kilómetro uno, con un botín de 500 euros (300 y 200 para cada categoría) patrocinado por el restaurante italiano Chez Gerdi. La segunda está situada sobre el kilómetro 4 y repartirá un premio de 300 euros (200 y 100 para chico y chica) a cargo de la empresa de piragüas Kayak Levante.
Una Copa del Mundo «barata»: 40.000 euros
Asier Fernández, director de la Escola de Vela de Formentera y organizador de la prueba, reconoce que, en estos tiempos de austeridad, no es demasiado caro realizar una competición de este tipo. «Por suerte el kayak es un deporte más barato que la vela, por ejemplo, y la prueba sale por unos 40.000 euros. Hemos tenido mucha ayuda por parte del Govern balear, que aporta 15.000 euros en premios y 10.000 en la organización. Los otros 15.000 euros los pone el Consell de Formentera», señaló Fernández.