Conviven en el mismo edificio y se ‘soportan' desde hace algo más de 28 años, pero este domingo defenderán escudos opuestos portando el brazalete de capitán. Raúl y Dani Gómez Marí protagonizan la cara más familiar del derbi que disputan mañana la Peña Deportiva y el San Rafael (Municipal de Santa Eulària, 17,00 horas).
Ambos cuentan con una extensa trayectoria en sus respectivos equipos. Llevan años compitiendo en los terrenos de juego y luchando por hacerse con un hueco en las alineaciones titulares de ambas escuadras. Su perseverancia y algunos condicionantes les han conducido no solo a jugar un importante papel en los ‘onces' de Mario Ormaechea y de Vicente Román, si no a asumir la capitanía de sus equipos sobre el césped.
«Va a ser un derbi anecdótico», esgrime Raúl Gómez, quien reconoce mantenerse ajeno a la presión del derbi. «Estoy todo el día ocupado y solo noto el ambiente del derbi entrenando. La gente en el pueblo te mete el partido en la cabeza y eso te crea presión», afirma. Su hermano comparte la misma sensación. Ni siquiera en casa repasan la previa del clásico. «Vivo encima de él y podría subirme a su ventana a decirle cualquier cosa, pero antes de los partidos no solemos decirnos nada, solo después», confiesa Dani.
Enemigos íntimos
Su enemigo íntimo sí reconoce intercambiar opiniones con excompañeros de vestuario como Carlos Moro o Manolo Aparicio. «Nos gastamos muchas bromas y mentirijillas a través de mensajes, pero no nos desvelamos secretos sobre el partido, solo faltaría», desliza Raúl.
Como sus respectivos técnicos, los hermanos Gómez Marí guardan una opinión bien distinta acerca de qué equipo es el favorito al triunfo. «Ya se está viendo con el derbi entre el Real Madrid y el Atlético; no existen favoritos, ni presupuestos ni historias. Para el futbolista es un partido más, aunque para el aficionado es el partido del año», señala Raúl. Su hermano Dani, por contra, concede muy poco margen de beneficio a su equipo dada la diferencia de puntos (14) en la tabla: «El favorito claro es la Peña, casi nos doblan en puntos. Hace una semana teníamos una final contra el Ferriolense y ése era nuestro partido. Al derbi vamos más aliviados gracias a las últimas victorias y lo normal es que no ganemos, por mucho que lloren y cuenten milongas».
El carrilero de la Peña desea un buen ambiente en las gradas y, aunque huye de los pronósticos, espera una victoria «sin importar cómo». «A partir del derbi, que el San Rafael gane todos los partidos», agrega. Dani, que sueña con «puntuar», aunque confiesa que si tuviera que apostar dinero de su bolsillo «lo haría por la Peña», asume que el vestuario ‘blue' siente una motivación especial por enfrentarse al que fuera su entrenador las últimas temporadas. «Ya sabíamos cuando viajábamos a Palma cómo se calentaban los partidos y las simpatías que despierta Mario», ironiza el lateral del San Rafael. Más condimentos para el derbi, imposible.