El futuro del tenis insular está en manos de Miguel Navarro. Después de 25 años formando a jóvenes valores, el preparador balear conoce algunas de las claves para llegar a la elite mundial. Por su puesto, el principal secreto es «nacer con algo», ya que, en su opinión, «de cien mil llegan dos a lo más alto». «Para ser un Rafa Nadal –a quien conoce bien, pues colaboró con su mentor, Jofre Portas– tienes que nacer con algo, no solo es trabajar». «Puedes llegar a un nivel alto, pero el tenis son muchas cosas: desde la condición física a la condición técnica, y luego la psicológica. La cabeza. Y en eso Rafa es el número uno con diferencia», esgrime.
Con la formenterense Gemma Lairón tiene trabajo por delante. «Nunca se sabe dónde puede llegar», confiesa. Navarro, que dirige el Grupo de Competición de la Fundación Abel Matutes y la Escuela de Formentera, lleva cuatro años aconsejando a la joven perla alevín y a otros talentos como «Pablo Schelcher, que en infantiles está entre los mejores de España». También a chavales como «los hermanos Escandell, Vicente Tur o Miguel Tuells». «Han empezado desde abajo, pero ya están destacando a nivel de Balears».