En el debate abierto en torno al rescate del fútbol sala por parte de los clubes de la Isla, con el Gasifred Atlético a la cabeza, la consellería d'Esports y la Federació de Fútbol faltaba un actor protagonista por expresar su opinión. El nuevo delegado insular de esta disciplina, el ibicenco Rafael Albert, no ocultó ayer su asombro ante la nueva aparición de los responsables del proyecto de Promoció del Fútbol Sala anunciando la continuidad de su iniciativa en las páginas de Ultima Hora Ibiza. Recuerda Albert que desde su nombramiento no ha dejado de trabajar para la puesta en marcha de competiciones insulares y emplaza a los clubes a colaborar con la federación para sacar de su ostracismo a una disciplina con arraigo en la Isla.
—Ha elegido un momento de cierta agitación para coger la nueva delegación insular.
—No creo que sea un momento complicado. Si me nombraron delegado es porque el fútbol sala llevaba cinco años olvidado. Yo no tengo la responsabilidad de lo que pasara anteriormente. Desde que soy delegado estoy trabajando por lo mismo que quiere el Gasifred, que es impulsar la cantera.
—¿Qué le ha parecido la nueva aparición pública del Gasifred junto a responsables de otros clubes?
—He mantenido una reunión esta semana y no hubo ningún tipo de problema. Quedamos en que nos echaríamos una mano, pero lo que he leído hoy –ayer para el lector– es un poco fuerte. Parece que aquí se habla a las espaldas. Yo tengo la responsabilidad y la estoy asumiendo. Mientras esté en la federación no van a pasar por encima de mi. La Federación Española es la única que puede hacer ligas. No quiero conflictos con nadie porque defendemos la misma postura pero, en la isla, o nos ayudamos o nos echamos mierda encima. No debemos echar leña al fuego.
—Otra barrera que les separa son los precios de inscripción y de licencias.
—No lo creo. Inscribir a un equipo prebenjamín, por ejemplo, vale 200 euros, y si ya pertenece a algún club sería gratis. Estoy intentando hablar con todos para que un niño que juega en el Rápid, la Penya Blanc i Blava, el Jesús o el equipo que sea también pueda jugar al fútbol sala.