Las ibicencas Irene Colomar y Cristina Ferrer están a un solo paso de colgarse una medalla mundial. Tocar el cielo o hundirse en el infierno depende de un solo combate, de una pelea que puede marcar la vida deportiva de estas karatecas. La selección española femenina de kumite, de la que también forman parte Cristina Vizcaíno y Laura Palacio, peleará mañana en Bremen, Alemania, por el metal de bronce contra el combinado turco, una batalla a muerte que dirimirá cuál de estas dos escuadras se sube al podio y cuál llora su ausencia desde la grada.
Las españolas comenzaron como un tiro dispuestas a subirse al podio. Fueron pasando rondas hasta alcanzar la eliminatoria de semifinales. Para ello, fueron dejando en el camino a Brasil (1-0), Rumanía (2-0), Irán (2-1) y Grecia (2-1). En la penúltima ronda esperaba Egipto, verdugo Nueva Zelanda (2-0), Austria (2-0), Turquía (1-1) y Ucrania (2-0). El combinado compuesto por Bouel Yazed, Attia, Lotfy y Mahmoud dejaron sin final a la Roja por un marcador de 2-0.
España cayó por tanto a la pelea por el bronce, donde se verá mañana las caras contra Turquía. Durante la repesca, las otomanas dejaron en la cuneta a Austria (2-0) y Ucrania (1-1). El conjunto formado por Cobam, Hocaoglu, Ozcelik y Yakan será el último obstáculo en el camino de las españolas por adquirir una ‘chapa', como le gusta a Irene Colomar denominar a las medallas. Japón y Rusia, por la otra parte de la repesca, pelearán también por otro sitio en el tercer cajón del podio.
Por el oro luchará Egipto y Francia, que se deshizo de Japón (1-1) en la otra semifinal. En categoría masculina, los finalistas son Alemania e Irán. El combinado español cayó a las primeras de cambio contra la selección de Macedonia (3-1).