Rafael Triguero Costa desempeña desde hoy una nueva función laboral. El que fuera conseller de Deportes y Juventud en los últimos cuatro años regresa a su puesto de trabajo anterior, en Caixa Pollença, tras cuatro años de labor en el Consell Insular. Triguero se marcha «satisfecho» y con la espina clavada de no haber podido sacar adelante el proyecto del Parc Motor. Dice que deja «las cuentas claras» y «margen de maniobra» para el que ocupe su lugar.
—¿Cómo valora estos cuatro años al frente de Deportes y Juventud?
—Personalmente me voy satisfecho, aunque eso es algo que lo tiene que decir el mundo del deporte. Yo me voy satisfecho con el trabajo realizado. He sudado la camiseta al máximo. Creo que no he podido hacer más, porque lo he echado todo.
—¿Qué cree que ha sido lo mejor de su gestión?
—Me quedaría con el hecho de haber conseguido estructurar la política deportiva: el deporte base, el escolar, los programas de seguimiento deportivo, la tecnificación y los eventos deportivos, que también era importante impulsarlos y recuperar algunos que se habían perdido. A pesar de la situación económica, también ha sido positivo mantener lo que ya teníamos, aunque es cierto que algo ha caído, pero mantuvimos lo más sólido. Por encima de todo, destaco el haber regularizado la situación económica. Antes, las entidades deportivas no sabían con qué iban a contar. Ahora, hemos conseguido que, antes de la temporada, sepan con qué van a contar y que el pago no se eternice. Eso es lo más positivo. Además, fuimos totalmente transparentes y no prometimos lo que sabíamos que no podíamos desarrollar.
—¿Se le ha quedado alguna espina clavada?
—Sin lugar a dudas, la espina que se me ha quedado clavada es la de no conseguir que sea una realidad el circuito de motor y autocross. He dado todo lo que he podido, pero lo cierto es que no lo hemos conseguido.
—¿Quién tiene la culpa en el ‘caso Parc Motor'?
—El primer culpable soy yo, que era el responsable de tener que ejecutarlo y desarrollarlo, pero no lo conseguí. Sí que es verdad que me he partido la cara por conseguirlo y, quizá, me la ha partido a mí la propia administración. Un proyecto de esta envergadura no es fácil. Eso sí, es cierto que los próximos gobernantes del Consell Insular se van a encontrar una cosa realizable y ejecutable, un proyecto realista que cumple con todas las exigencias que Medio Ambiente nos ha exigido hasta el momento.
—¿Cómo se encontró usted el departamento al llegar?
—Complicado. Nos encontramos un departamento de Deportes y Juventud sin crédito alguno y con muchas cosas pendientes: proveedores, retrasos... En este sentido, se ha mejorado bastante. He hecho cuentas del crédito que dejo disponible a los próximos gobernantes y el presupuesto no se ha consumido ni un 50%. Además de eso, hay cosas que están a punto de ejecutarse de forma inminente, como una pista polideportiva en el campamento de Cala Jondal o un gran recinto para federaciones deportivas, con el fin de que tengan su espacio para poder reunirse y trabajar. Son cosas positivas de sentido común y muy demandadas por las entidades deportivas. Son proyectos que van a salir y es bueno que un nuevo responsable político se encuentre de partida con esas dos grandes iniciativas y las cuentas claras. Creo, porque así lo he estado trabajando, que no dejo ninguna factura pendiente, y, además, hay futuras convocatorias ya en marcha para facilitar el camino a los que vengan.
—¿La persona que entre en su lugar lo tendrá más fácil que usted?
—Seguro que sí, al menos los primeros meses, porque la situación está más estable. Va a tener un crédito para poder trabajar y tener margen de maniobra. Hay convocatorias de subvenciones que están ahí y se tienen que sacar, y él podrá establecer también los criterios y no encontrarse todo hecho. Sin ánimo de criticar lo anterior, lo cierto es que nosotros nos encontramos lo que nos encontramos, pero fuimos capaces de salir de ello. El responsable que entre ahora tendrá algo más de margen de maniobra que yo.
—¿Cómo se presenta su nueva etapa en la vida?
—Mucho más tranquila. Eso es seguro. Va a ser especial porque de forma inminente voy a ser padre y mi tiempo y esfuerzos serán para mi mujer y mi hijo. Creo que van tener el tiempo que, de otra forma, dudo que hubiera sido podido tener.