Una vez despierto y sabedor de que no vive un sueño, sino la pura realidad, ésa que le coloca en la segunda fase del play off de ascenso a la máxima categoría nacional por méritos propios, el Puchi vuelve a ponerse manos a la obra, esta vez desde los despachos. La entidad de Santa Eulària dará hoy el paso para solicitar oficialmente organizar esa liguilla de cuatro equipos (Adesal de Córdoba, Oviedo, Castellón y Puig d'en Valls) en la que los dos mejores darán el salto de categoría. La resolución, en principio, se sabrá mañana mismo y parece ser que Castellón es la favorita a hacerse con el premio. El equipo andaluz no presentará su candidatura.
José Antonio Ferrer, presidente del Puchi, desconoce las opciones reales de que la isla acabe siendo la sede de esta segunda fase, que se celebrará entre los días 19 y 21 del presente mes. «Hay que hacer una oferta a sobre cerrado y ver qué opina la Federación Española. La organizará el mejor postor. En teoría, la oferta más alta es la que gana», explicó el máximo responsable de la entidad con la voz aún ronca. «Había mucha gente en el pabellón y teníamos que gritar para contrarrestarla», comentó al respecto el presi, que no escondió que hubo celebraciones hasta altas horas porque «merecía la pena disfrutar un momento así».
Ana Boned, capitana del conjunto azul, aún seguía «en una nube» en el día de ayer. «Es muy grande lo que hemos hecho. Hicimos un partido espectacular. Nos salió todo lo que nos tenía que salir», dijo a la hora de recordar la victoria por 24-29 ante el Sporting La Rioja.
Ahora, la jugadora sueña con que la liguilla se dispute en Ibiza: «Jugar en casa con la grada llena sería espectacular y casi necesario». Antes de conocerse la resolución, las del Puchi ya habrán comenzado su preparación para dicha fase, pues hoy mismo regresan a los entrenamientos: «Disponemos de dos semanas para preparar los tres partidos, así que no vamos a parar». La capitana seguirá ejercitándose con dolores: «El dedo sigue roto, pero no tendré mucho tiempo para recuperarme porque no voy a parar ahora. Seguiré soportando el dolor, porque compensa. No me arrepiento de nada».