PEÑA DEPORTIVA: 2
REAL MALLORCA: 1
El segundo derbi oficial de la historia entre la Peña Deportiva y el Real Mallorca tardará mucho en olvidarse en la Vila des Riu. No en vano, contra todo pronóstico, el conjunto de Dani Mori, vicecolista de la clasificación, consiguió la proeza de noquear ayer en el Municipal de Santa Eulària al todopoderoso líder por 2-1, tras realizar una increíble remontada en los compases finales. El equipo santaeulariense enlaza así su segunda victoria consecutiva en este 2018 (la cuarta de la temporada) y puso fin a la larga racha de invencibilidad que ostentaban hasta ahora los bermellones desde el inicio del campeonato liguero.
Y es que ni los más optimistas del lugar habrían imaginado en sus mejores sueños un final de partido como el que protagonizó el cuadro ibicenco. Los santaeularienses, que fueron todo pundonor, coraje y entrega durante los noventa minutos, tuvieron que tirar de orgullo y carácter para dar la vuelta a un marcador que se les puso en contra muy pronto. A los cinco minutos, el mallorquinista Álvaro Bustos se hizo con un balón en la frontal del área local y, viendo al meta Imanol algo adelantado, le sorprendió por alto con un disparo de vaselina que se fue al fondo de las mallas (0-1).
REACCIÓN PEÑISTA
A pesar de ese tempranero jarro de agua fría, la Peña Deportiva no se amilanó, sino que se echó hacia adelante sin temor en busca de un empate que Marco Rosa estuvo a punto de lograr pocos minutos después, aunque su remate a gol quedó anulado por fuera de juego.
Con la ventaja en el marcador y bien plantado en el terreno, el Mallorca se sintió cómodo e hizo patente un cierto dominio sobre el control de la pelota, pero perdió claramente mordiente ofensiva y acabó cediéndole la iniciativa en el desarrollo del encuentro a los ibicencos. Con el paso de los minutos, el choque fue derivando a una auténtica batalla táctica, con mucha brega en el centro del campo y constantes idas y venidas de un área a otra, pero sin que se concretasen demasiadas ocasiones claras de peligro antes del descanso. La mejor para los locales la tuvo Erik en el minuto 35, tras recoger en el interior del área rival el rechace de un tiro anterior de su compañero Salinas, pero el de Arrasate no acertó en el golpeo y su lanzamiento, cuando lo tenía todo a su favor, se le marchó bastante desviado.
REMONTADA Y VICTORIA
Con todo aún por decidirse, el segundo tiempo del derbi entre peñistas y mallorquinistas ofreció pronto un cambio de guion con respecto al primer periodo, ya que los santaeularienses se fajaron atrás, marcaron una defensa mucho más presionante sobre la salida del balón de los bermellones y comenzaron a mover la pelota con más criterio y velocidad en sus acciones. Marc de Val, en el minuto 55, avisó de las intenciones de su equipo con un disparo lejano que se fue por encima del larguero.
El Mallorca, mientras tanto, se fue mostrando cada vez más incómodo con el valiente y atrevido planteamiento de los de Dani Mori, sobre todo, a partir de la incorporación de Gorriz y Javi Gallardo, cambios con los que la Peña ganó en profundidad ofensiva.
Con ellos en acción, los visitantes fueron cediendo espacios de los que se adueñaron los peñistas. De este modo, en el minuto 71, el conjunto santaeulariense encontró premio a su esfuerzo con una jugada a balón parado. Pepe Bernal sirvió al interior de la olla, donde Pau Pomar acertó a rematar de cabeza en el segundo palo para poner las tablas en el marcador (1-1).
Ocho minutos después, en una jugada deslabazada en el área bermellona, apareció Gorriz para controlar el balón y sacarse a la media vuelta un imparable zurdazo a gol (2-1) que hizo que las gradas estallaran en una incontenible explosión de júbilo para todos los peñistas.