José Ángel Tito García Sanjuán es el hombre que cambió la historia del Formentera. El zaragozano aterrizó en la pitiusa sur el verano de 2016 con la difícil tarea de hacer olvidar a Luis Elcacho. El ilerdense venía de clasificar los últimos años al conjunto rojinegro para el play off de ascenso a Segunda B e incluso había conseguido un título liguero de Tercera División. Pese a todo, el maño superó todas las expectativas y lideró a los formenterenses en el mejor año y medio de su historia.
El exjugador profesional de fútbol sala, que llegó a proclamarse campeón continental con el CLM Talavera, fue la gran apuesta del presidente Xicu Ferrer, que afrontaba su primer año como máximo responsable del club en lugar de Felip Portas. La jugada le salió redonda.
Tito llegó procedente del Legirus Inter finlandés y trajo consigo algún que otro jugador como Fernando Liñán o Agus Ojeda. La campaña que firmó el equipo formenterense fue para enmarcar. Se proclamó campeón de Tercera División con un balance de 86 puntos en 38 jornadas, con 26 victorias, ocho empates, cuatro derrotas, 88 goles a favor y 19 en contra. De esta forma, se clasificó para la eliminatoria directa por el ascenso a Segunda B entre los campeones de grupo y puso el broche de oro eliminando al Alavés B por un global de 3-0 (2-0 en casa y 0-1 a domicilio).
LA COPA
Pero esa campaña no solamente marchó fenomenal en liga, sino también en la Copa del Rey. El Formentera consiguió la clasificación para dieciseisavos de final tras dejar en la cuneta a equipos de la categoría de bronce y se convirtió así en el único de Tercera entre los 32 mejores de la competición del KO. El sorteo le emparejó con el Sevilla, por entonces campeón de la Europa League, contra el que no pudo hacer nada_(1-5 en Sant_Francesc y 9-1 en el Pizjuán).
Como era de esperar, Tito García Sanjuán siguió al frente del barco en Segunda B y el arranque de curso no pudo ser más positivo. El equipo rojinegro cerró la primera vuelta con 25 puntos, más cerca de la zona de play off que de la de descenso. Además, firmó la mayor gesta de su historia al clasificarse nuevamente para dieciseisavos de Copa y dejar en la cuneta a un grande de Primera División como el Athletic Club en dicha ronda por un global de 1-2 (1-1 en casa y 0-1 en San Mamés). Ya en octavos, el Alavés se encargó de despertar del sueño a los formenterenses (1-3 en Sant Francesc y 2-0 en Mendizorroza).
Más allá de los resultados, que están fuera de duda, Tito García Sanjuán dejó su sello particular al imprimir al equipo su filosofía de fútbol combinativo, algo inusual tanto en Tercera como en Segunda B, si bien es cierto que en esta categoría ha tenido que renunciar a él en diversos momentos. Tocó adaptarse. El nombre del ya exmíster rojinegro quedará escrito con letras de oro en el libro de su historia. No en vano, fue el hombre que cambió todo, dando el salto de calidad necesario para seguir creciendo.