CV TERUEL: 3
USHUAÏA IBIZA: 1
No pudo ser. Se acabó el sueño copero del Ushuaïa. Era toda una utopía poder ganarle a un gigante del voleibol como el CV Teruel, pero el equipo ibicenco no anduvo lejos de lograrlo. Le robó un set y a punto estuvo de llevarse un segundo para poner contra las cuerdas a los grandes favoritos al título.
Los de Marcelo de Stefano se plantaron en estas semifinales tras un sufrido y meritorio triunfo ante el Río Duero, el equipo anfitrión. Los amarillos viajaron a Soria para disfrutar de la competición y eso hicieron. Ganaron el partido que tenía que ganar y pelearon el imposible.
Los de es Viver salieron muy enchufados al parqué y aguantaron hasta la primera mitad de la primera manga, momento en el que cuadro turolense sacó lo mejor de sí mismo para romper el marcador. Con este 1-0, la semifinal empezaba a ponerse fea. Nada más lejos de la realidad. Los pitiusos se repusieron e igualaron la contienda a un set.
Con 1-1 y partido nuevo, el Ushuaïa Ibiza siguió bordando el voleibol y llegó a tener dos bolas de set (22-24). El Teruel demostró por qué es el gran favorito al título al levantar los dos puntos con autoridad y apuntarse el juego por 26-24.
En el cuarto y último parcial, los aragoneses, liberados de la presión, sacaron el rodillo y vencieron a un equipo que aguantó lo que pudo con coraje. Con esta derrota, el conjunto ibicenco a se despide de la Copa, otra vez, en semifinales. Ibiza tendrá que esperar al menos un año más para poder llevarse de una vez por todas este título a sus vitrinas.
El banquillo:
De Stefano: «La tuvimos y se escapó»
«No se le puede pedir más el equipo. Hemos hecho un gran torneo. El balance es superlativo». Así definió Marcelo de Stefano, entrenador del Ushuaïa, la participación en la Copa del Rey. El técnico argentino, aunque contento por la imagen dada ante «el gran favorito», lamentó la oportunidad perdida para llevarse el tercer set: «Estos equipos te dan una sola oportunidad. La tuvimos y se nos escapó». El míster aseguró que «ellos se sorprendieron por nuestro buen juego y sintieron la presión». «Pudimos haber ganado», concluyó.