Ana Ferrer ha anunciado esta mañana su adiós a las pistas. La jugadora del Puchi se despedirá mañana (19.00 horas) del balonmano profesional en el partido contra el Rocasa. Lo hará ante su público, ante la isla que la vio convertirse en la mejor jugadora que dio la isla en este deporte.
Ferrer, acompañada de varias de sus compañeras, ha asegurado que se trata de “un momento complicado y un poco triste” por poner fin a “una etapa de su vida que va a ser inolvidable”. “En la vida hay que seguir creciendo y hay que ser valiente para dar estos pasos”, ha explicado.
Tras 16 años practicando este deporte, ocho como profesional, ha reconocido que cuando empezó a jugar a este deporte “nunca” se había “imaginado disfrutar tanto, ni tener la suerte de dedicarme al balonmano profesional tanto tiempo”.
Ha agradecido el apoyo de su familia: “Siempre me han transmitido todos los valores y el amor por el deporte”. También ha tenido palabras para el club de su vida: “El sitio donde empecé y donde he tenido la suerte de terminar. Ellos me han enseñado todo y me han hecho ser la persona que soy hoy”.
La jugadora que creció en la cantera ibicenca, disfrutó del balonmano profesional durante seis temporadas en el Alcobendas y volvió a casa para ayudar a llevar al Puchi a la primera categoría del balonmano femenino español, lo deja para centrarse en su carrera profesional como entrenadora profesional y para tener más tiempo libre para dedicar a ella misma y a su familia.