Una etapa prólogo nocturna de entre dos y cuatro kilómetros por las calles de La Marina y Dalt Vila, con salida y llegada en el puerto. Ese es el sueño que tienen los organizadores de la Vuelta a Ibiza. Se trata de un proyecto muy estudiado, donde casi todos los detalles ya están pensados, pero que a día de hoy no es viable económicamente. Juanjo Planells, responsable de la ronda pitiusa presidente del Club Ciclista Sant Antoni, aseguró que están trabajando para intentar que se haga en la próxima edición, pero lamentó que «será casi imposible».
Esta contrarreloj supondría una cuarta etapa. Actualmente se disputan tres, por lo que sería un día más de competición, algo que disparía el presupuesto. Por eso Planells destacó que «necesitaríamos más dinero tanto de patrocinadores como de subvenciones». Un escollo dificilmente salvable de cara a la próxima edición.
El director de la prueba valoró el atractivo que daría a la carrera y a la ciudad una etapa nocturna por el casco histórico: «Sería muy bonito». El proyecto es atractivo. Tanto el Ayuntamiento, como los corredores a los que les contó la idea, lo ven de manera positiva según explicó Planells. Ahora, sólo falta encontrar esa financiación que lo haría posible. Si no es el año que viene, la intención es seguir trabajando para que cumpla lo antes posible.