Marco Borriello ya es historia de la UD Ibiza, al menos como jugador. El buque insignia, el fichaje que puso al club celeste en el mundo, el movimiento más mediático de toda la Segunda B... Ríos de tinta corrieron cuando el 30 de agosto la entidad de Vila anunció de manera oficial la contratación del delantero italiano, después de un par de días de incertidumbre en los que ya se daba por hecha su llegada.
De ganar una Champions League con el Milan y participar en una Eurocopa con la selección italiana a Can Misses. El fichaje era más que ilusionante, pero lo cierto es que Borriello nunca llegó a rendir. Debutó en la jornada cuatro contra el Badajoz, lo hizo como titular en un equipo que por aquel entonces comandaba Ñoño Méndez.
Participó en los siguientes cuatro partidos, los últimos tres con Palop en el banquillo celeste. La mala racha de resultados obligó al entrenador valenciano a buscar soluciones y una de ellas fue mandar al italiano al banquillo. Las victorias hicieron que el ?22? desapareciese de las alineaciones, participó en dos encuentros más antes de caer lesionado. En total fueron siete partidos en los que sumó 380 minutos, vio cinco amarillas y se quedó sin celebrar ni un solo tanto con la zamarra ibicenca.
Desde mediados de noviembre llevaba sin poder entrenarse en condiciones por una cicatriz muscular que no terminaba de regenerarse. En el día de la presentación de Fernando Soriano, el director deportivo anunció que Borriello había renunciado a su salario para que el club pudiese reforzarse, una pista de la noticia que se confirmó ayer.
El club emitió un comunicado en el que agradecía al jugador sus servicios prestados: «Para nuestra institución ha sido un privilegio y honor contar con una persona y un futbolista como él. Siempre formará parte de nuestra historia y posiblemente del futuro. Desde el club le deseamos lo mejor».
Minutos antes, el propio Borriello había compartido en sus redes sociales su despedida del fútbol: «He rescindido, de mutuo acuerdo, el contrato que me vincula a la UD Ibiza. Expreso mi más sincero agradecimiento al Presidente Amadeo Salvo y a todo el personal, así como a la ciudad de Ibiza. También deseo mucha suerte al equipo, del que siempre seguiré siendo fan». «Prosigue el proyecto deportivo de la UD Ibiza, me quedaré al lado del presidente, de quien deseo aprender lo máximo posible en vistas a mi próxima experiencia profesional» concluye su mensaje.
Borriello cuelga las botas a los 36 años y con la proeza de haber conseguido marcar gol en la Serie A italiana con hasta 12 camisetas distintas, 96 goles en 340 partidos en la máxima categoría italiana. En su palmarés cuenta con una Champions y dos ligas italianas. En Ibiza no consiguió marcar, pero del vestuario celeste sólo salieron palabras buenas hacia su persona. Toda la plantilla habló de él como un gran compañero.
MÁS SALIDAS
Borriello no fue el único jugador que ayer dejó de pertenecer al cuadro celeste. La entidad ibicenca también comunicó las bajas de Uru y Riverola, después de llegar a un acuerdo con los futbolistas para rescindir el contrato. En sus comunicados, la entidad quiso agradecer su trabajo.
Martí Riverola había llegado a Can Misses como uno de los fichajes del verano. Su paso por el filial del Barcelona con el que llegó a debutar en Champions, levantó el interés del aficionado cuando se enteró de que aterrizaba en la isla. Ayer dejó el club tras disputar 690 minutos repartidos en 16 encuentros, seis de ellos como titular.
Por su parte, Gonzalo Ferri ?Uru? participó en cuatro partidos, todos ellos completos. Comenzó siendo titular en las tres primeras jornadas de liga, pero, desde la llegada de Palop, perdió todo el protagonismo.
Estas despedidas se suman a las de Abel y Germán que se desvincularon del club a finales de la semana pasada. Puede que no sean las últimas, se está especulando con que Cristián Herrera podría finalizar su cesión en Can Misses y buscar acomodo en otro sitio dónde pueda disputar de más minutos.