El Ushuaïa Ibiza Voley sigue vivo. El El equipo ibicenco se negó a decir adiós por la vía rápida a las semifinales del play off por el título y forzó el cuarto partido, que se jugará esta tarde (18.00 horas) de nuevo en es Viver, al doblegar al Unicaja Almería por 3-2 en un partido memorable. Pudo ganar cualquier, pero la balanza se decantó para los locales, que deberán ganar de nuevo si quieren jugarse el pase a la final el miércoles en tierras andaluzas.
En el primer set, los ahorradores dejaron constancia de sus intenciones. Eso sí, la igualdad fue la tónica dominante hasta el primer tiempo técnico, al que se llegó con 10-12 para los andaluces. La renta aumentó hasta los cuatro puntos (10-14) en la reanudación y llegó a ser de seis (13-19), lo que obligó a Piero Molducci a pedir tiempo muerto.
Los errores en la recepción y en el saque –hasta seis servicios marraron los locales– estaban facilitando la tarea al Unicaja hasta entonces, pero el Ushuaïa Ibiza Vóley mejoró en esta última parcela, con Juanmi González y Elvis al frente, y empezó a dejarse ver en la red para ponerse a tiro de uno (22-23). Sin embargo, un nuevo fallo en el saque y un bloqueo posterior de Mattheus brindaron la primera manga a los almerienses (22-25).
En el segundo juego, los pitiusos soltaron el brazo y de inicio ya gozaron de tres tantos de ventaja (4-1). El Unicaja se fue acercando en el marcador y Fran Ruiz puso de nuevo las tablas con un ace (7-7). A partir de ahí, comenzó un intercambio de golpes y ninguno de los dos conjuntos fue capaz de dominar por más de un punto.
Tras el 17-17, la historia cambió. Un remate de Tapia, que se convirtió en un huracán en este tramo final, y un saque directo de Salerno hicieron que los andaluces pidieran tiempo muerto (19-17). Ni por ésas pudieron frenar el vendaval amarillo, que se distanció de cuatro (23-19) con un ace de Tapia y se apuntó la manga con un remate de Juanmi González (25-20).
El triunfo en este set llegó como agua de mayo al cuadro de Molducci y fue un duro golpe para los del sur, que se toparon con un 6-0 en un visto y no visto, con Sugrañes dando mucho juego con su servicio.
El Unicaja estaba irreconocible y el Ushuaïa siguió a lo suyo, martilleando sin cesar a su rival. El posterior 18-9 habla por sí solo de lo que se estaba viendo. Con todo perdido, Manuel Berenguel hizo alguna rotación como la de Castellano en esta recta final de una manga que Juanmi González, al igual que antes, cerró con un remate que supuso el 25-14.
El cuarto set comenzó con tres puntos de inicio de los ahorradores, los cuales fueron neutralizados inmediatamente. Iribarne y Borga Ruiz asumieron la responsabilidad y colocaron a los suyos cinco arriba (6-11). Con todo, los pitiusos fueron capaces de igualar la batalla (15-15), si bien los instantes finales los jugó mejor el cuadro visitante. De un 19-20 pasó a un inquietante 19-23. Los ibicencos no se rindieron y anotaron por partida doble para obligar a Berenguel a parar el partido (21-23). Y es que sabían de lo que son capaces los de Molducci, que empataron a 24. Sin embargo, acabaron hincando la rodilla por 26-28.
El tie-break fue no apto para cardíacos. Y es que se convirtió prácticamente en una manga más. Pudo ganarla cualquiera, pero se la adjudicó el cuadro insular por 24-22 con un bloqueo de Elvis a las 23.13 horas que supuso el 2-1 en el global.