En un día en el que todo el mundo miraba hacia un posible aplazamiento del Clásico, el que se suspendió fue el partido de la primera ronda de la Copa del Rey entre el Pontevedra y la UD Ibiza. Corría el minuto 17 cuando el árbitro mandó a los jugadores a vestuarios. Unos diez minutos después, dos integrantes del club gallego salían para anunciar la suspensión del encuentro por las inclemencias meteorológicas.
La lluvia y el viento estaban llamados a ser protagonistas. El agua no paraba de caer sobre el césped de Pasarón, pero en ningún momento previo al encuentro se planteó la suspensión. El balón se puso en juego con total normalidad.
La UD Ibiza salió bien plantada al estadio. Los pitiusos entraron a la guerra en la que las condiciones del campo y la intensa lluvia habían convertido el partido. Tanto fue así que tuvieron una gran ocasión. Sibo estrelló el balón contra el larguero en el minuto 10. Fue la única opción reseñable de los pocos minutos que se jugaron.
El árbitro, el canario Alexandre Alemán, decidió parar el partido en el minuto 17. El colegiado explicó a los dos conjuntos que tenía problemas para ver las líneas del campo y que así no se podía jugar. La intriga de los aficionados y los jugadores duró poco, ya que apenas se esperó para ver si amainaba la lluvia y el encuentro tendrá que jugarse otro día.
8 de enero
La primera duda es cuándo se disputará el duelo. Poco después del aplazamiento, el Pontevedra hacia oficial que el partido se volvería a disputar el 8 de enero a las 20.30 horas. Una fecha que desde la UD Ibiza aún no han confirmado como cierta, mientras que en el club gallego aseguran que hay mutuo acuerdo.
Otra de las incógnitas es en qué condiciones se hará. Ayer los clubes no lo tenían muy claro. El reglamento de la Real Federación Española de Fútbol dicta que en caso de suspensión el encuentro se reanudará en el minuto en el que se haya parado, pero los equipos podrán realinear a los jugadores que estuvieran inscritos en el club en esa fecha.