El baloncesto letón ha vivido tradicionalmente a la sombra de su vecino lituano. Sin embargo, el buen trabajo de cantera ha permitido a la república báltica codearse con las mejores selecciones del continente en las últimas ediciones del Eurobasket. La camiseta de los Dallas Mavericks con el nombre de Kristaps Porzingis a la espalda es la referencia de varias generaciones de chavales que todavía no han llegado a la veintena. Una constelación de lucecitas que desean convertirse en estrellas de la canasta y estampar sus apellidos en la camiseta de un gran equipo americano o europeo y luchan por conseguirlo. Entre ellas, brilla con fuerza Toms Skuja, que desde ayer es nuevo base del Bàsquet Sant Antoni.
«Hemos llegado a un acuerdo con el Club Baloncesto Fuenlabrada», explicó Jordi Grimau, director deportivo de los portmanyins, «para que Toms juegue con nosotros en EBA la próxima temporada, que será su primer año como profesional. Tiene dieciocho años, lleva tres en España y esta temporada ha estado involucrado en la dinámica de entrenamientos del equipo ACB del Fuenlabrada. Es un refuerzo muy importante para nosotros y un paso importante en su carrera. Con él seremos más fuertes porque lo que hace de este chico letón un jugador especial es que hace mejores a sus compañeros».
Basta echarle un vistazo a uno de los vídeos de Skuja que circulan por la red para darse cuenta de que pertenece a esa raza de bases que levantan al aficionado de su asiento. Bota con la zurda, tiene una capacidad alucinante para asistir (lideró esta estadística en la Baltic Cup sub'18), es rápido, muy rápido y adora entrar a canasta aprovechando los bloqueos que le regalan lejos del aro los hombres altos con los que comparte equipo. Grimau describe así al cuarto fichaje que cierra el Bàsquet Sant Antoni esta pretemporada: «Tiene las condiciones perfectas para jugar al pick and roll, generar ventajas y leer muchas situaciones de juego a la vez. Es internacional con las selecciones inferiores de Letonia y no exageramos al decir que estamos ante uno de los mejores jugadores europeos de su edad, especialmente en el puesto de base».
La dirección deportiva del Bàsquet Sant Antoni también valoró la «enorme ética de trabajo» del playmaker. «El esfuerzo está muy arraigado en la cultura de los letones. Por supuesto, también en el deporte.Toms se está entrenando este verano con los técnicos y preparadores físicos del equipo nacional de Letonia. Esperemos que llegue con unas condiciones óptimas al inicio de temporada. Las ganas de mejorar que tiene este chico van a ser un espejo para nuestra base y encajan perfectamente con la filosofía de nuestro club. Desarrollar este tipo de jugadores jóvenes para facilitarles su futuro profesional a corto plazo, es un magnifico valor para el Bàsquet Sant Antoni. Juventud, talento, esfuerzo y aire fresco. Es lo que nos puede dar Toms», concluyó Grimau.