La UD Ibiza pone a prueba hoy su capacidad mental. Jugar contra el penúltimo clasificado, el Atlético Levante, después de haber tumbado a un equipo de Primera como el Celta de Vigo (5-2), en Copa del Rey, y a un rival directo del grupo liguero como el Villarreal (2-0) no es algo fácil porque la motivación, obviamente, no es la misma. Para esos partidos no hacía falta ninguna inyección de moral y mantener el nivel de concentración ante un rival bastante inferior sobre el papel no va a ser sencillo, más aún en un campo vacío por la imposibilidad de acoger público dada la actual fase 4.
Dijo anteayer Juan Carlos Carcedo, entrenador unionista, que «el equipo se automotiva él mismo y sabe de la importancia de los tres puntos». Ahora toca ponerlo en práctica. Efectivamente, el triunfo es necesario porque todos los puntos se arrastran a la fase de ascenso a la Liga SmartBank y porque permitiría prolongar la buena dinámica actual, la misma que mantiene invicto al conjunto ibicenco.
El cuadro pitiuso marcha primero con 23 puntos y un balance de siete victorias y dos empates en nueve jornadas. Además, únicamente ha encajado un gol en lo que va de fase regular y ha marcado 14, unos guarismos que distan mucho de los de su adversario de hoy. Los levantinistas solamente han ganado uno de los ocho encuentros que han disputado, en los que se incluyen cinco derrotas y dos empates. Sus registros goleadores también dejan bastante que desear, pues promedian 0,5 tantos a favor (cuatro en total) por encuentro y han recibido 11. Uno de ellos se lo marcó precisamente la Udé en la primera jornada, saldada con 0-1 para los insulares.
En aquel duelo, los pupilos de Juan Carlos Carcedo, que no contará hoy con Héctor –está buscando equipo– ni el recién fichado Javi Vázquez, no desplegaron precisamente su mejor juego. Es más, incluso fueron inferiores. El propio técnico lo reconoció anteayer: «Una de las cosas que hemos remarcado es que, en la primera vuelta, fue el equipo que nos puso más dificultades. A pesar de ganar, nos dominaron en muchas facetas del juego. Eso nos dice la calidad del equipo aunque esté en la zona baja».
Ha llovido mucho desde entonces y se hace difícil pensar que eso se vuelva a repetir. Eso sí, los celestes no deben confiarse lo más mínimo, porque su rival viene con ánimos renovados tras cambiar de entrenador. Alessio Lisci, que dirigía al equipo juvenil, se hizo recientemente con las riendas de un equipo que acaba de reforzarse con la llegada de Michele Diana, Pablo Íñiguez y Pablo Picón.
El míster, que confesó haberse encontrado una plantilla «desanimada por la dinámica», comentó que el duelo contra la UD Ibiza es uno de esos partidos «que gustan». «La clasificación son puntos y números. Si existe es por algo, pero nuestro trabajo es llegar ahí con las ideas claras y saber qué hacer. Tenemos total confianza en que desde el domingo –por hoy– podemos cambiar la dinámica», indicó el preparador granota. Fácil, desde luego, no parece.