Amadeo Salvo, presidente de la UD Ibiza, confesó ayer sentirse un ibicenco más. «Uno no es de donde nace, sino de donde se siente y yo me siento un ibicenco más», dijo el mandamás celeste, lo que levantó los aplausos del público en el Parque Reina Sofía. «Tenía 16 o 17 años cuando vine por primera vez y me enamoré de ella por la gente, no sólo por su belleza», agregó.
Salvo contó una pequeña anécdota con Miquel Bestard (presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears), presente en el acto, como protagonista: «Un día, en Madrid, tuve esta idea y él casi que me empujó a ella».
El presidente celeste aseguró que «esto es un proyecto para la gente». «Sin gente no hay proyecto ni estaríamos celebrando esto en la calle. Os hemos sentido desde los 12 que vinieron el primer día a los 7.000 que llenaron Can Misses el día del Barcelona», continuó.
Ensalzó el apoyo recibido en el estadio Nuevo Vivero porque «el lugar más difícil para que un ibicenco se desplace en España es Extremadura». «Había mil personas vestidas de celeste, unidas por un sentimiento. Es el tesoro más grande que tenemos. Sin ellos, hoy no estaríamos aquí», concluyó.