Si hay un referente en la mountain bike española ese es José Antonio Hermida Ramos (Puigcerdá, 24-8-1978). Su palmarés habla por sí solo. Hermida participó en cinco Juego Olímpicos (Sidney 2000, Atenas 2004, Pekin 2008, Londres 2012 y Río 2016), logrando la medalla de plata en Atenas 2004. Una presea que preside una colección entre la que se encuentran cuatro oros en mundiales –tres de ellos por relevos– y otros tres en el Campeonato de Europa. Ya retirado de alta competición, durante este fin de semana participó, junto a ‘Purito’ Rodríguez, por primera vez en la Vuelta a Ibiza MTB.
—No todos los días se tiene una leyenda de la mountain bike por Ibiza. Ha corrido muchas carreras, pero ¿qué le ha parecido esta?
—Espectacular. Me estreno en la Vuelta a Ibiza tras 20 años, pero ha sido espectacular, encima en el 20 aniversario. Y este tiempo, el primer día la gente estaba un poco mosqueada, pero para mí es espectacular. Poder conocer Ibiza con un día de lluvia, un día técnico, que resbala. Hacer el prólogo por Dalt Vila, donde no es practicable la bicicleta y nos lo cerraron para nosotros. Es todo un lujo y un honor. Las etapas largas también fueron espectaculares, con unos recorridos que te enseñan lo mejor de la isla o lo mejor que se puede hacer en bicicleta: senderos, calas, subidas muy duras... Estoy muy contento y seguro que repetiré. He descubierto una Ibiza que no es la que se ve en los flyers publicitarios, sino una Ibiza real de mountain bike y naturaleza.
—Haciendo pareja además con ‘Purito’, otra leyenda, pero de la otra bicicleta.
—Efectivamente. Él es leyenda de la carretera, pero, además, en los últimos años se está forjando una reputación en la mountain bike. Lo hace muy bien y es la mejor pareja que puedo tener. Nos entendemos, nos conocemos. Él sabe dónde apretarme y yo sé dónde apretarle a él y eso hace que seamos una dupla equilibrada. En los momentos fáciles vamos los dos muy bien, pero en los difíciles sabemos apoyarnos y eso es lo que cuenta también de esta vuelta. Venir con un amigo, en familia y disfrutarla. Esto no es solo el resultado, también el ambiente.
—Supongo que el ‘profe’ es usted.
—(Risas). Bueno, tengo momentos de ‘profe’, pero hay otros, como en la gestión de las horas y la distancia, en los que él tiene más experiencia. Yo hacía disciplina olímpica que es solo una hora y media de carrera. Yo sé que cuando él come, tengo que comer. Y él sabe que cuando yo aprieto en las bajadas o las subidas, le toca apretar. La dupla es perfecta.
—Medallista olímpico, campeón del mundo, campeón de Europa. ¿A qué se dedica ahora?
—Pues hago labores de embajador. Sigo con Merida Bikes, la marca con la que he corrido prácticamente toda mi carrera. Hago pruebas como esta, para divertirme e interactuar con la gente. Cuando estás en la élite, vives en una burbuja y ahora vivo un ciclismo mucho más humano, que estoy disfrutando mucho. También organizo la Cataluña Bike Race y una cicloturista por los Pirineos. La verdad que estoy bastante entretenido.
—Lo decía ahora, que grandes estrellas del ciclismo vengan a este tipo de carreras, también es un aliciente para los corredores populares.
—Yo cuando empecé a correr me hubiese gustado poder interactuar con mis ídolos. Por aquel entonces los veías en la prensa y poco más, no había carreras en los que los pros corrieran con los amateurs, que al final somos todos ciclistas. Yo siempre lo digo, yo nunca podré jugar un partido de fútbol con Messi o hacer una carrera de motos con Espargaró, que está por aquí, pero en la bicicleta sí puedes pedalear con tus referentes.
—También lo mencionó antes. Todo el mundo que viene a este prueba dice que lo mejor es el ambiente. ¿Se marcha así?
—Sí, totalmente. El binomio es perfecto entre lo profesional y lo amateur. Es un ambiente muy distendido y eso los corredores lo agradecen. Venir a Ibiza de una manera distendida, que durante unas horas corres fuerte, pero luego tienes ese tiempo para relajarte un poco fuera del dorsal... Eso es lo que cuenta. Creo que ese es el éxito de esta vuelta.