«Es el penalti más absurdo que he vivido en un campo de fútbol. Voy corriendo hacia mi portería, me da el balón en el codo y no puedo hacer nada. No es que yo saque el brazo para cortar un pase y ocupe un lugar. Si al final el árbitro lo ve como yo. Me dijo: no me protestes que yo lo veo como tú, para mí no es penalti, pero si me llaman del VAR y está la imagen y en el VAR me dicen que es penalti porque el balón va hacia un jugador… Al final, no le podía ni protestar porque le veía la cara y me decía que su interpretación era que no es penalti, pero desde el VAR le decían que sí». Así se expresó ayer Javi Lara en los micrófonos de la COPE tras el penalti que le pitaron el domingo contra el Almería.
La polémica acción dolió en el vestuario celeste y más tras escuchar que el árbitro también pensaba que no era penalti. Además, el propio Lara se manifestó contrario al uso del VAR, explicando que una imagen parada da lugar a muchos equívocos. «Cuando hay un contacto, ves la imagen y dices sí, hay contacto. Pero el VAR no me dice la fuerza de los contactos. El árbitro en directo puede ver que no es fuerza suficiente para que sea penalti, pero le llaman y le dicen sí es penalti. Creo que es una forma irreal de interpretar el fútbol, pero es lo que hay», lamentó.
Volviendo a la acción del penalti, insistió: «El árbitro me decía si es que vas corriendo, no puedes hacer nada. Y yo le dije es que no conozco a nadie que corra con los brazos pegados al cuerpo. Otra cosa es que vayas a cortar un centro, pero yo voy corriendo, ni me imaginaba que el balón iba a ir hacia donde estaba yo». «Cuando me toque al revés, seguiré pensando que no es penalti. Diré que lo es porque a mí me lo pitaron, pero no lo es», aseguró.
Durante la entrevista, Lara insistió en que la herramienta dificulta el trabajo de los árbitros: «Hace unas semanas me encontré un árbitro de Primera en un aeropuerto y me dijo que están atados de pies y manos porque lo que hacen es que en vez de ayudarles, les ponen más trabas. Si tomas una decisión y desde el VAR te dicen otra cosa…».
«Da mucha rabia cuando ves cómo se esfuerzan tus compañeros y se escapan los puntos por una jugada que no se puede evitar y en la que me veo involucrado. Por eso me da más rabia. Había sido una semana complicada porque habíamos tenido muchos compañeros resfriados y llegas y juegas contra el líder, les juegas de tú a tú, le quitas el balón y tienes las ocasiones más claras y se escapa. Pero si hay que perder que sea así. Salimos reforzados porque jugando así sumaremos más de lo que perderemos», continuó en relación al partido del domingo.
«La tecnología se lo ha comido todo. El fútbol moderno es así y te puede gustar más o menos. A mí personalmente no me gusta, pero hay que respetarlo», se resigno finalmente.
Por último, habló de la buena entrada que se vivió en el campo, la mejor de la temporada con casi 5.000 espectadores: «Los que llevamos tiempo aquí tenemos memoria y vivimos ambientes que no eran muy de fútbol, pero cada vez estamos enganchando a más gente».