El Campeonato del Mundo de motos de agua está cada vez más cerca de celebrarse en Sant Antoni, si bien aún falta la confirmación oficial. Las gestiones, adelantadas en exclusiva por Periódico de Ibiza y Formentera el pasado 4 de enero, van tomando forma y la isla tiene prácticamente todas las papeletas para organizar la mayor cita de este deporte.
Tal y como relató el ibicenco Juan Carlos Palau un día después de que este diario soltara la bomba, la resolución final sobre la devolución del Campeonato del Mundo al catalán Nacho Armillas, en Jet Ski GP1, jugaba un papel importante. «Primero se tiene que aclarar lo que sucedió en Kuwait, ya que la sensación es que el robaron el título a un compañero. Depende de cómo acaba este tema, se decidirá si se hace o no», aseguró en su día. Armillas y la Real Federación Española de Motonáutica no estaban de acuerdo con una decisión –injusta a todas luces– que había desplazado al español a la segunda posición del podio en el pasado Mundial, por lo que llevaron a cabo una reclamación ante la Corte Internacional de Apelaciones de la Unión Internacional de Motonáutica (UIM). Finalmente, esta surtió efecto y Nacho Armillas recuperó el trono mundial. Con este frente cerrado y las aguas calmadas, Ibiza, con el apoyo de la federación nacional, tomó la pole position para organizar el Mundial de Aquabike.
Las gestiones iniciadas en su día continuaron su curso y fructificaron. De hecho, se espera que la confirmación no tarde en producirse. En caso de confirmarse, Ibiza se convertiría en el epicentro de la motonáutica. Acapararía todas las miradas a nivel internacional. Más de un centenar de pilotos tendría cabida en un campeonato que acogería las modalidades de Runabout, tanto en GP1, GP2 como en GP4, y Jetski, de GP1 a GP3.
El Campeonato del Mundo en Sant Antoni tendría el aliciente añadido de contar en él con dos cracks de la isla: Juan Carlos Palau y Alejandro Prats, quienes este mismo año ya se han subido a podios internacionales, tanto en el Europeo como en el Mundial. Incluso Toni Vingut podría volver a subirse a una moto de agua, pues no hay que olvidar que llegó a ser campeón continental de Runabout GP4 en 2016.
Los dos primeros ya mostraron en su día una gran ilusión por la posibilidad de disputar un Mundial en casa. «Tendría mucha más presión que en Italia, por ejemplo, porque estaría delante de gente que conocemos, pero me hace ilusión», dijo Palau. Por su parte, Prats comentó: «Me gustaría porque soy de aquí y tendría a mi familia y a todos mis amigos apoyándome. En otro sitio estaría más solo, mientras que aquí tendría más apoyo».