El sueño del 'playoff' vuelve a esfumarse. La UD Ibiza ha caído este domingo contra el Burgos por 2-1 en un partido en el que mereció mejor suerte y ve cómo los puestos de promoción por el ascenso quedan ya muy lejos con solamente seis jornadas por delante.
Paco Jémez presentó una novedad con respecto al once de la semana pasada. Javi Lara regresó a la titularidad para ocupar el doble pivote junto a Diop. De esta forma, Manu Molina avanzó su posición a la media punta.
El encuentro comenzó bastante pausado. Ninguno de lo dos equipos tomó excesivos riesgos. Los minutos pasaron con más pena que gloria y los dos contendientes parecían tantearse continuamente, sin llegar a forzar la máquina.
Los celestes fueron los primeros en aproximarse al área rival. Lo hicieron en el minuto 12, con un lanzamiento de Manu Molina que se marchó demasiado alto. Poco después, rebasado el primer cuarto de hora, se produjo una acción polémica. Goldar elevó demasiado la pierna, a la altura de la cabeza de Matos, al que golpeó con la bota. El árbitro castigó la acción con tarjeta amarilla, si bien el jugador local reclamaba la roja.
Los burgaleses no se habían dejado ver en ataque, pero cuando lo hicieron vieron puerta. En el minuto 25, una serie de errores defensivos, iniciados en un mal pase de tacón de Manu Molina, dio pie a una acción en la que Valcarce metió el balón en el área y Juanma lo remató a la red.
Con el marcador en contra, Jémez metió en el campo a Guerrero en lugar de Manu Molina en el minuto 32. Desafortunadamente, el panorama no cambió en esta recta final del primer tiempo. Los unionistas no inquietaron la portería rival. Es más, hubo una ocasión más para los locales en un disparo de Álex Alegría que se marchó fuera. De esta forma, se llegó al término de los primeros 45 minutos con el 1-0 en el marcador.
Los unionistas salieron decididos a buscar la portería rival en la reanudación. El primer aviso lo dio a los tres minutos con un centro de Javi Lara que buscaba la cabeza de Ekain y que abortó un defensa 'in extremis', si bien la jugada fue anulada por fuera de juego.
La segunda parte
Los locales no se amilanaron y rozaron el 2-0 en el 51. Una sensacional jugada colectiva no acabó en gol por poco. El disparo de Álvaro Rodríguez se marchó cerquita del palo tras ser desviado por la zaga celeste.
La pausa del inicio del partido no tenía nada que ver con la electricidad del comienzo de este segundo periodo. De hecho, el marcador no tardó mucho en moverse. La Udé niveló la contienda en el 53 después de que Cristian Herrera, tras un buen pase en profundidad de Cifu, driblara al portero y marcara a puerta vacía.
El equipo de Paco Jémez dominaba la situación. Si alguien iba a marcar, todo hacía indicar que sería la UD Ibiza. Y lo hizo en el 66, pero el VAR anuló el tanto. Un obús lanzado por Herrera desde muy lejos golpeó en el travesaño y el esférico rebotó en la espalda del portero antes de tomar dirección hacia la portería. El árbitro consideró que la pelota había traspasado la línea de gol, pero su decisión fue revocada tras revisarse las imágenes.
Lo que son las cosas. Del posible 1-2 se pasó al 2-1 en un abrir y cerrar de ojos. Un inocente penalti de Goldar, en una acción sin peligro de ningún tipo, permitió a Guillermo adelantar al Burgos desde los 11 metros en el minuto 68. Increíble, pero cierto.
Comenzó el carrusel de cambios. El Burgos introducía modificaciones para oxigenar a los suyos y a la UD Ibiza no le quedaba otra que meter toda la carne en el asador. Los unionistas insistieron sobre la meta rival y rozaron el empate en dos ocasiones. Sin embargo, Herrero le negó el gol a Davo y Guerrero. Especialmente clara fue la del primero, que se plantó solo en el vértice del área pequeña tras ganar por velocidad la posición al defensa. El propio Davo gozó de otra oportunidad más en el 86. Chutó alto cuando Álvaro, que entró en cólera, se encontraba solo en el punto de penalti esperando la pelota.
Los celestes se quedaron entonces sin balas. El Burgos se apuntó la victoria y el sueño de la UD Ibiza de alcanzar la zona de playoff se diluyó prácticamente por completo.