«Lo más importante es la salud de los corredores y la organización la ha puesto en peligro. No había agua y hubo varias personas que tuvieron que ser atendidas por deshidratación». Son palabras de Mauri Gutiérrez, uno de los atletas que corrió el sábado la Mitja Marató Illa de Formentera. Este atleta asturiano no es el único que ha denunciado la falta de agua. Son muchos los que han cargado contra la organización, que el mismo sábado pidió disculpas en sus redes sociales por un error de cálculo.
La experiencia de Mauri fue «desastrosa». «Tenía muchas ganas de venir a correr esta prueba, llevaba esperando desde 2020 y menuda decepción», aseguró. «He corrido muchas carreras y nunca he visto nada igual. Fue surrealista. En la salida todo muy bien, nos llevaron en autobuses al faro de La Mola y parecía que estaba todo muy bien organizado, pero nada más lejos de la realidad. Al kilómetro cuatro, yo pasé aproximadamente el 250 y ya estaba racionalizando el agua. Te daban vasitos de cartón que llenaban con garrafas de cinco litros», relató.
«En el kilómetro nueve la cosa era aún peor, seguían dando vasitos, pero a los voluntarios no les daba tiempo a llenarlos al ritmo que llegaban los corredores y algunos se quedaban sin poder beber. Al kilómetro 12 llevaba dos chupitos de agua y el calor era insoportable. En las sombras me paraba para regular la temperatura. Era un reguero de gente caminando. El kilómetro 14 ya fue el desastre, ahí ya nos habíamos juntado con los de la carrera de ocho kilómetros y directamente no había agua. En el 18, tampoco había agua y al llegar a meta era un caos. Había unas botellas para que las llenásemos en fuentes, pero todo el mundo podía cogerlas. Estaba abierto al público, había niños con esas botellas que eran para los corredores. Yo sí tuve la suerte de coger una, pero pudo ver a otros que se quedaron sin ella», continuó.
No fueron pocas las personas que sufrieron la falta de agua y muchas se manifestaron en las redes sociales en respuesta a las disculpas de la organización. Muchos señalan que tuvieron que recibir asistencia sanitaria y algunos incluso se quejan de dificultades a la hora de ser atendidos. Eso sí, algunos señalan que la Guardia Civil repartió botellines en el kilómetro 19 y que también hubo vecinos de la zona que colaboraron, ofreciendo agua a los corredores.
Otro de los aspectos que generó mucha polémica fue el de las botellas ecológicas que había que rellenar, ya que los que llegaban deshidratados tuvieron que hacer largas colas para poder rellenarlas y beber.