Paulina Buforn vuelve a España. La jugadora de balonmano deja atrás su aventura en el Fleury Loiret francés para enrolarse en las filas del Porriño, de la División de Honor femenina. La lateral regresa repleta de «ilusión» a la máxima categoría nacional de balonmano, denominada Liga Guerreras Iberdrola.
«Ahora mismo, volver a España lo que me genera es ilusión. Necesito volver a encontrarme dentro de la pista y estoy segura de que Porriño es el mejor sitio para hacerlo», afirmó ayer la deportista pitiusa a este periódico.
Buforn ha vivido una campaña difícil en tierras galas. «Fue una temporada muy complicada tanto a nivel deportivo como personal. Di un paso que era importante como salir a Francia. Fui con mucha ilusión, pero no me encontré lo que esperaba en el día a día. Volver a España es volver a la zona de confort, pero vuelve otra personal», dijo al respecto.
La ibicenca tiene «muchas ganas» de empezar porque tiene la «convicción de que va a ser un gran año». «El proyecto deportivo es muy bueno. El planteamiento cuadra con mis valores deportivos y lo que yo entiendo que es mejor para crecer», añadió.
Buforn apuntó que «el Porriño hace ya unos años que ha iniciado una inversión interesante en el primer equipo y tiene una estructura de club que me gusta mucho». «Prioriza mucho la base, pero lleva unos años apostando por la primera plantilla. La gente que se ha unido al proyecto es de mucha claridad. La idea es dar ese empujoncito definitivo para quedar entre los ocho primeros y, a partir de ahí, cualquier posición es ilusionante», expuso.
La ibicenca tiene claro lo que quiere con su vuelta a España: «Necesito disfrutar de lo que hago y es la filosofía con la que vuelvo, sobre todo con compromiso diario todo el año. Cada entrenamiento hay que ir a muerte, que es lo aprendí en casa. Mi objetivo es disfrutar, pasármelo bien y, a partir de ahí, conseguir los mejores resultados».
Buforn recordó que es una persona «bastante exigente». «Cuando pongo mi mejor predisposición, espero lo mismo en la otra dirección», agregó. En este sentido, añadió que la experiencia vivida en Francia, aunque no fuese como esperaba, «vale oro». «Aguantar según qué situaciones, pasar minutos complejos en la pista y en los entrenamientos, y seguir entrenando pese a las circunstancias me ha aportado un valor extra», sentenció.