La UD Ibiza consiguió este sábado su primera victoria a domicilio de la temporada. El equipo ibicenco se impuso por la mínima (0-1) al Oviedo con un gol de penalti de Ekain. De esta forma, los unionistas enlazan dos triunfos consecutivos y toman aire en la tabla clasificatoria.
Javier Baraja realizó tres cambios de inicio con respecto al once de la anterior jornada. Entraron Escobar, Miki Villar y Castel por Javi Váquez, Suleiman y Darío Poveda, respectivamente. Sin embargo, el delantero centro no acabó saliendo de inicio. Sufrió unos problemas físicos en el calentamiento y tuvo que dejar su sitio a Azeez, que estrenó así titularidad.
La primera parte destacó por su igualdad. Los celestes, de naranja en este encuentro, tutearon en todo momento a los locales, a los que incomodaron bastante. De hecho, las primeras aproximaciones al área rival las protagonizaron los unionistas. Eso sí, sin gran peligro.
El cabezazo franco de Bojra Bastón a los tres minutos no fue más que un espejismo. Martín Pascual, en un remate de espuela, y Herrera, con un par de disparos lejanos, protagonizaron las primeras ocasiones de gol de los visitantes, más sólidos sobre el campo.
El cuadro de Jon Pérez Bolo no intentó morder hasta pasada la primera media hora de juego. Un error de Fran Grima en defensa provocó un saque de banda que los locales ejecutaron con rapidez. En esa acción, Borja Bastón lanzó una volea que besó el exterior del palo izquierdo de la portería ibicenca. Fue la oportunidad más clara de todo el primer tiempo por parte de ambos equipos.
Poco más que señalar hasta el descanso. Tan sólo merece reseñarse un mal despeje de Juan Ibiza hacia su propia portería que, afortunadamente, fue directo a las manos de Fuzato tras un centro de Lucas.
La reanudación
La segunda parte comenzó con una novedad sobre el terreno de juego: Koba por Jimmy. El Oviedo salió decidido a cambiar el guion del partido, a dominar y demostrar la superioridad que se le presuponía. Y lo logró. En apenas cinco minutos disfrutó de la mejor ocasión hasta entonces en un cabezazo a placer de Enrich, que no dirigió bien el esférico y lo envió a las manos del portero.
El propio Enrich desaprovechó otra clara ocasión cinco minutos después. Una combinación entre Lucas y Borja finalizó con un pase a un Enrich que mandó la pelota arriba pese a estar bien ubicado en el interior del área.
De la UD Ibiza no hubo noticias hasta que se cumplió el primer cuarto de hora. Eso sí, cuando se dejó ver por el área fue con mucho peligro. Herrera desperdició una doble oportunidad, primero en un disparo a placer contra el portero y, luego, tras un pase de la muerte de Escobar.
Borja Bastón replicó con un cabezazo desde el punto de penalti que se fue por encima del travesaño en el minuto 63. El partido estaba más movido que nunca y parecía que el marcador iba a moverse más pronto que tarde. Y así fue. En el 67, Ekain no desaprovechó una mano de Rodri Tarín dentro del área para marcar de penalti y adelantar a la UD Ibiza.
Bolo decidió meter un tercer delantero, Obeng, para tratar de buscar, al menos, la igualada. Sin embargo, lo cierto es que Fuzato no fue más que un mero espectador hasta la recta final. Y no fue por el hecho de que el Oviedo no tuviera ocasiones, sino porque sus remates no encontraron los tres palos.
En la recta final, el cuadro asturiano dispuso de dos buenas oportunidades para nivelar el marcador, ambas en la cabeza de Obeng. El ghanés remató fuera desde el punto de penalti, en el 85, y al larguero en el área pequeña, ya en tiempo de prolongación. La UD Ibiza se atrincheró para defender el marcador, más aún cuando perdió a Juan Ibiza por doble amonestación. Los ibicencos aguantaron el 0-1 hasta el final a pesar de que Enrich tuvo también las tablas en el 94, pero el delantero no llegó por poco a rematar en el segundo palo una falta ejecutada por Marcelo.
En ese error murieron las opciones de los locales por puntuar. El tanteador no sufrió cambios y el equipo de Javier Baraja selló su primera victoria a domicilio de la temporada y la segunda consecutiva del curso, unos resultados que suponen un balón de oxígeno para el cuadro celestes tras un titubeante inicio liguero que ya queda atrás.