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Liga Smartbank 2022/23

Pobre e insuficiente empate de la UD Ibiza en Lugo

Barreiro y Martín Pascual saltan en busca del balón. | LALIGA

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Nuevo golpe para la UD Ibiza. El equipo celeste necesitaba ganar este domingo en Lugo y, como casi toda la temporada, no lo hizo. Es más, debe dar gracias por haber rascado un punto ante el penúltimo clasificado, pues fue inferior a su rival y acabó empatando sin goles gracias a las buenas intervenciones del portero Daniel Fuzato.

Lucas Alcaraz apostó por el once que se preveía. Con las bajas existentes, Javi Serrano formó dupla en la medular con Pape Diop. La ausencia de Herrera la cubrió Kaxe, que jugó en punta junto a Ekain. La única sorpresa -y relativa- fue el banquillazo a Nolito, quedando las bandas para Suleiman y Bogusz.
En el duelo entre los dos peores equipos de la tabla clasificatoria, parecía que la Udé llegaba algo mejor.

Y es que lo gallegos se acababan de deshacer de su mejor hombre, el goleador Chris Ramos, en el último día del mercado invernal y su situación institucional y deportiva se ha agudizado de manera desorbitada en los últimos días. Sin embargo, desde el inicio se vio otra cosa. Los de Joan Carrillo, que hacía su debut el banquillo local, llevaron el peso del partido y dominaron al cuadro celeste.

Eso sí, ocasiones de gol apenas se vieron. Ambos equipos probaron fortuna con chuts lejanos que no pusieron en aprietos la portería rival. El que sí obligó a trabajar a Fuzato fue Cuéllar en el minuto 23. Tras un centro desde la derecha de Avilés, controló el balón cerca del vértice del área pequeña y disparó de primeras al palo corto, donde apareció una mano providencial del guardameta unionista para mantener las tablas.

Superado el ecuador de este primer tiempo, el conjunto de Lucas Alcaraz aumentó su capacidad de presión y eso hizo que el juego del Lugo ofreciera ciertas dudas. Con todo, no hubo manera de que el meta local tuviera que intervenir. Es más, en los últimos ocho minutos, el cuadro lucense encontró un filón por el costado derecho con Avilés como protagonista, pero tampoco acabó viendo portería.

Tras el descanso, el decorado no cambió lo más mínimo. Es más, a los tres minutos, Sebas Moyano tuvo una buena ocasión de gol para los gallegos. El atacante disparó desde el interior de la medialuna del área y su disparo lo atrapó Fuzato abajo. Poco después, en el 53, el larguero impidió el 1-0. De nuevo Sebas Moyano fue el protagonista de la acción, en un remate de cabeza tras un buen centro de Joseda.

Sufría el equipo de Lucas Alcaraz, del que no había noticias en ataque. Sí las seguía habiendo de Fuzato, que tuvo que salir del área en el 58 para abortar otro ataque de los locales. El cuadro celeste estaba totalmente sin ideas ofensivas. Por eso, una falta no muy lejos del área en el minuto 68 parecía una buena opción para tratar de desnivelar la balanza. Bogusz asumió la responsabilidad y su potente chut salió lamiendo el palo.

El Lugo insistía con Sebas Moyano, que de nuevo puso en jaque a la zaga unionista en el 69, acción que acabó en saque de esquina. Alcaraz movió el banquillo para intentar que los suyos reaccionaran. Nolito entró por Suleiman, en el 72, y Julis por Kaxe, en el 78.

Sin embargo, las sensaciones eran las mismas. La UD Ibiza no tenía mordiente alguno ni la calidad necesaria como para optar al triunfo en tierras gallegas, donde su rival fue mejor a todas luces. Es más, otra vez Sebas Moyano hizo lo que quiso en el 82, con un caño sobre Bogusz y un recorte ante Joseda antes de lanzar un chut al primer palo, donde Fuzato, que se vencía al lado contrario, salvó el gol con el pie. Increíble.

El equipo local realizó un triple cambio a falta de seis minutos para el final, buscando así algo más de frescura y volcándose en busca de los tres puntos. Por su parte, la UD Ibiza finalizó sus ventanas de cambios con el testimonial debut de Williams Alarcón en sustitución de Ekain (minuto 86). La Udé aguantó el chaparrón y, al menos, no salió derrotada del Anxo Carro, donde el pitido final se produjo tras otra gran parada de Fuzato ante un cabezazo de Señé.

El problema es que este partido había que ganarlo sí o sí, y eso no ocurrió. El margen de error de la escuadra pitiusa empieza a ser excesivamente mínimo y la preocupación se multiplica. Creer en la permanencia se hace cada más difícil. La UD Ibiza sigue en plena crisis.

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